El origen de los apellidos Melero, Vilar, Almazán y Carión
HUELLAS – Es tiempo de volver a reponer las publicaciones del estudio del posible origen judío de los apellidos pedidos por los oyentes de Radio Sefarad a nuestro experto Manuel Sanvicente, siendo ésta la ocasión de Melero, Vilar, Almazán y Carión.
MELERO
Melero hace referencia a quien se dedica al comercio de la miel. En la Edad Media, la miel tenía una importancia mucho mayor que en la actualidad, no sólo como alimento, sino también en la elaboración de dulces. De ahí que fuera apellido extendido y valorado entre los hispanojudíos. También, Melero forma parte de la toponimia hispana. Figura en las listas de la Inquisición y en la Iglesia como conversos. Actualmente no es de uso entre los sefarditas. Su espacio geográfico: España, Argentina, Francia, Suiza y EE.UU.
VILAR
Del hebreo “ira” que significa “villa”, derivados Villar y Vilar. Vilar es nombre frecuente en la toponimia de Galicia, sobre todo. Apellido de judíos y conversos. No es indicativo -como sucede con otros muchos nombres- de un origen judío. A destacar Gaspar Bautista del Vilar -de familia conversa- canónigo que fue condenado por la Inquisición después de su fallecimiento (1565). Espacio geográfico: España, Eslovenia, Argentina, Francia y Suiza.
ALMAZÁN
Apellido originario de la localidad de su mismo nombre, que en árabe significa “el mirador”. Hubo en Almazán una importante población judía y conversa que tomó por nombre el de dicha localidad. Numerosas personalidades de la vida judeoconversa llevaron este apellido y muchos siguieron fieles a la fe mosaica. Los Almazán fueron víctimas de procesos y persecuciones inquisitoriales. A destacar Miguel Pérez de Almazán, colaborador de los Reyes Católicos, Gilabert de Almazán y Miguel de Almazán. Espacio geográfico: España, Argentina, Serbia , Estados Unidos y Canadá.
CARION
Forma arcaica -anterior a la gramática de Nebrija- del nombre Carrión. Entre los hispanojudíos había otras variantes como Cario y Cariom (terminado en m). Muchas veces escrito con la preposición “de” antes del nombre, indicando procedencia, costumbre que se fue perdiendo con el tiempo. Considerado apellido francés, de forma errónea, por los genealogistas europeos. Su espacio geográfico es demostrativo de los países hacia dónde fueron los expulsados Carion de 1492: Bélgica, Francia, Italia, Estados Unidos y Argentina.