El origen de los apellidos Mosquera, Belasco (Velasco, Velazco) y González

HUELLAS – Desde el comienzo de Radio Sefarad hemos recibido innumerables consultas acerca del posible origen judío de cientos de apellidos. Para responder a estas consultas precisamente nació Huellas. Con este programa y con la ayuda de nuestro colaborador Manuel Sanvicente queremos responder a su curiosidad y su interés. Recuerden que en Huellas no ofrecemos respuestas absolutas ni certificados de judeidad. Es tan sólo una aproximación al posible origen judío de sus apellidos. En el programa de hoy nos referimos a los apellidos Mosquera, Belasco y González.

MOSQUERA
De la antigua onomástica gallega. Como apellido de judíos tiene su origen en la toponimia de las grandes juderías de Galicia. Otros autores sostienen que Mosquera procede de una voz mozárabe: Mascayra. Figura en las listas de la Inquisición y de la iglesia como conversos. Mosquera era apellido corriente entre los hispano-judíos. En 1492 se produjeron conversiones forzadas de familias Mosquera y el exilio a Portugal de quienes no aceptaron la nueva religión impuesta. Años despues, muchos conversos buscaron refugio de los rigores de la Inquisición en la América hispana, para volver a encontrarse allí con el siniestro tribunal. Hoy día, Mosquera es apellido de sefardíes en América del Sur y de familias españolas de origen judío.

BELASCO (también VELASCO y VELAZCO)
Los Velasco fueron una de las más importantes familias de España durante la Edad Media. A la sombra de sus castillos y propiedades florecieron prósperas juderías dedicadas al comercio y la artesanía, algunas ya desaparecidas: Villalpando, Torrejón de Velasco, Castillo de Velasco, de Medina, de Montealegre y Condado de Velasco. Por este motivo el apellido Velasco era de uso habitual entre los judíos. Se encuentra en las listas de la iglesia, como conversos, y de la Inquisición. En España conservaron algunas características propias, como descedientes de la tribu de Sem, el carácter emprendedor, el pelo rubio y los ojos azules. Al producirse la Expulsión, los judíos Velasco que no aceptaron la conversión, entraron en Portugal, donde fueron víctimas de la Inquisición, así como en Brasil. Tambien, desde Portugal, familias Velasco llegaron a Gran Bretaña y se inscribieron en la famosa sinagoga de Bevis Marks con el apellido Belasco, escrito con la letra “B”. Los judíos de Inglaterra, desde la época de Cronwell, eran de origen judeoespañol. Belasco aparece en los catálogos, en lengua inglesa “Who is Who in The World Jewury” y “Anglo Jewish Notabilites”. Belasco figura entre los primeros europeos en América del Norte. Actualmente el apellido Belasco se encuentra en el estado de Nordford (EE.UU.) y Canadá. Durante la II Guerra Mundial muchos judios europeos tomaron por apellido Velazco, en un intento por huir del horror y a la vez reivindicar un origen español. Aquí, otra vez, la letra “Z” que sustituye a la “S” de Velasco servía como señal de reconocimiento entre ellos y recuerdo de Eretz Israel (La Tierra de Israel).

GONZÁLEZ
Apellido corriente de judíos y conversos de España y Portugal, que aparece en procesos inquisitoriales desde 1484 contra el difunto Juan Gonzalez Escogido, por judaizante.
En 1492, los Gonzalez aceptaron, de forma mayoritaria, la nueva religión impuesta, si bien continuaron practicando la fe mosaica. De otras familias se sabe que buscaron asilo en Portugal y Gran Bretaña. Gonzalez forma parte de los apellidos terminados en “Z” que, para judíos y conversos, tenía un significado especial y servía como señal de reconocimiento. Esta terminación, en los apellidos, es un gernamismo que indica “hijo de”. La llegada de criptojudíos a Nueva España (México) comenzó en 1521, siendo numerosos quienes tenían por apellido González, como por ejemplo; González Bermejero, González de Escobar, González Figueredo, González Jamaica, González de Saavedra y González de Sobrado, por citar algunos. Huían del terror que les produjo la crueldad del Tribunal de los Reyes Católicos y encontraron otra Inquisición más cruel si cabe. Siglos despues, en 1881, se formó la primera organización de judíos en México, compuesta por los descendientes de aquellos que habian conservado el shabat y las tradiciones. En España tambien se vieron envueltos en procesos inquisitoriales, pero la mayoría procuró diluirse entre la población. Pocas fueron las familias Gonzalez que guardaron memoria de sus orígenes y la fe de sus mayores.

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