HUELLAS – Huellas es el programa con el que Radio Sefarad quiere dar respuesta a la curiosidad de muchos de nuestros oyentes por conocer el posible origen judío de sus apellidos. En Huellas no ofrecemos certificados de judeidad, ni certezas. Para conocer si una familia es de ascendencia judía, debería realizarse un exhaustivo estudio genealógico de los apellidos familiares hasta dar con un antepasado inequívocamente judío. Les recordamos que tener un apellido que portan o han portado judíos no garantiza una ascendencia judía. Nuestro experto Manuel Sanvicente nos aproxima eso sí al posible origen judío de los apellidos españoles más comunes y también al de aquellos menos habituales. Los apellidos de esta entrega son Ordaz, Capón y Alcalá.
ORDAZ
Apellido patronímico de uso corriente entre los hispanojudíos cuyo origen se encuentra en la toponimia del antiguo Reino de León “Ordás”. En 1492 los Ordaz se convirtieron de forma masiva a la religión impuesta. Algunos siguieron conservando, en secreto, la fe mosaica y por este motivo fueron perseguidos por la Inquisición en Nueva
España (México). De origen judío era el famoso Conde de Ordaz.
CAPÓN
Eran frecuente, entre los hispanojudíos, los apellidos que hacían referencia a los animales, como Aznar, Azor, Conejo, Gallo, Gavilán, Garzón (de Garza), León. Cabra, Cabral, etc. Capón es un pollo castrado para engordar y comer. Este apellido se encuentra en las listas de la inquisición y de la iglesia como conversos. En el libro “Tizón de la Nobleza de España” se hace referencia a Ruy Capón -judío confeso, como se decía antes, y rico recaudador de la Reina Doña Urraca de Castilla- porque su hija Maria Ruiz casó con un miembro de la familia Pacheco, teniendo por descendencia a los Portocarrero. En 1912 Isaac Capón, originario de Grecia, fundó la primera “Comunidad Sefaradí de México”. El espacio geográfico de Capón es en primer lugar Reino Unido, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Bélgica y España, encontrándose también en EE.UU. e Israel.
ALCALÁ
Antiguo apellido de los judíos de Aragón, del que hay referencias desde principios del siglo XIII de la era común. Alcalá, en árabe, significa castillo. Era en estas fortalezas donde vivían muchas veces los hebreos y de donde tomaban el apellido, según costumbre. El primer origen del apellido Alcalá se encuentra en la localidad del mismo nombre, cerca de Huesca. El castillo ha desaparecido y el pueblo pasó a ser conocido como Alcalá del Arzobispo. Otras procedencias, más tardías, de Alcalá se encuentran en las juderías de Alcalá de Guadaira y Alcalá de Hernares. De ésta última destacan los nombres de Abravanel y Alfonso de Alcalá, entre otros. Numerosos conversos, apellidados Alcalá, se vieron inmersos en muchos procesos inquisitoriales. Actualmente, Alcalá, es apellido habitual de sefarditas por el mundo.
