“El otro Señor Klein (Monsieur Klein)” (1976), de Joseph Losey (Francia – Italia)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –

Guion: Franco Solinas, Fernando Morandi, y Constantin Costa-Gavras. Reparto: Alain Delon, Jeanne Moreau, Francine Bergé, Juliet Berto, Jean Bouise, Suzanne Flon, Massimo Girotti, Michael Lonsdale, Michel Aumont, Roland Bertin, Magali Clément, Gérard Jugnot. Premios: César del cine Francés: Mejor Film, Mejor Director, Mejor Diseño de Producción. Nominada a la Palma de Oro del Festival de Cannes.

Robert Klein es un ‘bon vivant’ amante de las obras de arte que reside en París. Aprovechando las leyes antisemitas del régimen de Vichy, en la Francia ocupada por los nazis, compra maravillas artísticas a bajo precio, ya que muchos judíos de buena posición necesitan liquidez inmediata. Esta cómoda posición se ve alterada cuando el propio Klein se convierte en sospechoso de “ser” judío. Al parecer, existe otro misterioso señor Klein, que sí probablemente sería judío además de miembro de la resistencia, y ha sembrado la confusión entre las autoridades. De ser un tipo seguro de sí mismo, Mr Klein a empieza a inquietarse por su progresiva identificación con su “alter ego”.
Cabe señalar en primer lugar que el nombre del personaje no es casual, sino que fue adoptado por los guionistas de un personaje real, entrevistado por Marcel Ophüls, para su excelente y polémico documental: “Le Chagrin et La Pitié” (1969), acerca de la colaboración de los franceses con los ocupantes alemanes. Este personaje, llamado Marius Klein, era un comerciante alsaciano que, para evitar ser confundido con un judío a causa de su apellido, publicó anuncios en la prensa, dejando muy claro que era francés de pura cepa, aceptando así, sin cuestionarse en absoluto, la lógica de los ocupantes nazis.
La acción transcurre en Paris y Estrasburgo, entre enero y julio de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, mientras Francia estaba ocupada por los nazis; y se centra en el tema de la suplantación de identidad. Es una época oscura, en la que muchos judíos vendían sus obras de valor a precio de ganga, acuciados por la necesidad, y ante el temor a ser deportados a los campos de concentración nazis. Monsieur Robert Klein (Alain Delon) es un francés de 40 años, con escasos escrúpulos, y a quien no le preocupa la guerra, ni el dolor de la gente. La guerra y la ocupación son para él una buena época que le permite hacer grandes negocios y conseguir a mitad de precio los cuadros de los que algún judío necesita deshacerse. Pero un día, tras la adquisición de un cuadro a un judío, Mr. Klein recibe el periódico de la comunidad judía… periódico que sólo se puede adquirir mediante suscripción. Molesto por el error, Klein intenta enmendar el error alegando la coincidencia de nombre con otra persona, otro “Robert Klein”. Pero una vez ha entrado en la máquina de la burocracia ya no puede salir. Está obligado a buscar certificados que den fe de origen, mientras crece la sospecha de que no es víctima de un malentendido, sino de una conspiración. Así, su seguridad se ve comprometida cuando descubre que existe otro “Robert Klein”, probablemente judío, que trata de escapar a las persecuciones raciales. Klein se asusta y despierta sospechas. Está convencido de que le han tendido una trampa, tal vez para encubrir las actividades del otro Klein. Su única salida es demostrar a las autoridades su pureza racial. Sin embargo, el círculo cada vez se cierra mas, ya que ubicar al otro “Mr. Klein” le resulta prácticamente imposible.
Con El Otro Señor Klein, Joseph Losey,, un cineasta estadounidense que se refugia en Europa a causa de “La Caza de Brujas” desatada en Hollywood, logra hacer una película desconcertante y dramática, con un acertado tratamiento psicológico del personaje principal, sin duda apoyado en una magnifica interpretación de Alain Delon y consiguiendo un gran retrato de la indiferencia humana ante el dolor, el sufrimiento ajeno y la atmósfera de autoritarismo, impunidad, control policial, desconfianza y temor en el que vivía la población francesa durante la ocupación. Explica claramente el fenómeno del colaboracionismo francés, muestra la progresión de la persecución de los judíos y el comienzo de las deportaciones a los campos de exterminio nazis; y también los hechos históricos que rodearon las detenciones masivas de judíos, y su internamiento temporal en el Velódromo de Invierno durante la noche del 16 al 17 de julio de 1942.
El Otro Señor Klein es una magnífica película que recurre a la idea del doble, pero no para construir un relato fantástico o un análisis psicológico, sino como metáfora política, como reflexión acerca de la actitud del pueblo francés ante la persecución de la que fueron objeto los judíos durante la ocupación alemana, entre 1940 y 1944. Porque, en este caso, “el otro” es el judío. Joseph Losey critica con ferocidad la actitud pasiva e indiferente con la que los franceses aceptaron la persecución de los judíos.

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