MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En esta historia que hemos decidido abordar nos hemos dado cuenta que nos faltaba un muy importante tema, el de la educación de los niños y la importancia de establecer el hebreo como la lengua del futuro Estado Judío. En 1880 el yishuv contaba con unos 25.000 habitantes, y la educación que se impartía a los niños estaba basada en los métodos utilizados en las comunidades judías existentes en otros lugares del mundo. En tanto que los judíos de Europa Oriental seguían conservando las instituciones tradicionales representadas por el jeder, talmud torá y la yeshivá, el ídish era el idioma en que se educaba, mientras que los judíos sefardíes y mizrajim mandaban a sus niños al kutub, donde estudiaban en ladino o árabe. El hebreo se enseñaba como la lengua sagrada. Generalmente eran muy pocas las chicas que iban a las escuelas. En la segunda mitad del siglo XIX se hicieron varios intentos de establecer escuelas modernas. En 1856, una rica familia judía austriaca fundó la Escuela Laemel en Jerusalén para brindar educación secular y religiosa en alemán; su “modernidad” suscitó mucha oposición. En 1864 se inauguró en Jerusalén la escuela para niñas Evelina de Rothschild; en la década de 1870 pasó a manos de la Anglo-Jewish Association, cambiando su medio de instrucción del francés al inglés. En 1870, la Alliance Israélite Universelle estableció la primera escuela agrícola del país: Mikvé Israel. La Segunda Aliá, que comenzó en 1904, dio un mayor impulso al crecimiento y extensión de la educación hebrea. En 1906, un grupo de jóvenes maestros, con la ayuda de Jovevei Zion en Rusia, estableció en Yafo la primera escuela secundaria hebrea, Gymnasia Herzlia, que se trasladó a Tel Aviv en 1909. Esta audaz empresa despertó entusiasmo en el país y entre los sionistas en el extranjero, especialmente en Rusia, cientos de los cuales enviaron a sus hijos a estudiar allí. En 1908 se fundó la Escuela Secundaria Hebrea en Jerusalén y en 1913 se inauguró la Escuela Secundaria Reali en Haifa. En 1906 se estableció en Jerusalén la Escuela de Artes y Oficios Bezalel, el primer ensayo en educación vocacional secundaria (cuya historia ya hemos narrado aquí).
Existía una necesidad creciente de que algún organismo nacional orientara a los maestros y escuelas individuales en metodología y terminología, que estableciera planes y programas de estudio. Hacia el final del siglo XIX, en ausencia de una comunidad judía organizada en Israel, los maestros de hebreo hicieron varios intentos de organizarse. En 1903 Menaḥem Ussishkin, en una misión al país en nombre de Jovevei Zion, convocó una conferencia de maestros en Zijron Yaakov, que sentó las bases para la Asociación de Maestros de Hebreo. Esta asociación, especialmente en sus primeros años, hizo mucho para fortalecer la educación hebrea, elaborando planes de estudio, publicando libros de texto y material educativo para maestros, mejorando la situación de los educadores y organizando cursos de actualización y capacitación en el servicio. Ejerció muchas funciones que más tarde fueron asumidas por la comunidad organizada y, después de 1948, por el Ministerio de Educación y Cultura de Israel.
Gradualmente, la responsabilidad financiera del mantenimiento de los jardines de infancia pasó a manos de los organismos locales; las escuelas secundarias en su mayoría se defendieron por sí mismas mediante la introducción de altas tasas de matrícula, y las escuelas vocacionales obtuvieron asistencia local (por ejemplo, del sindicato obrero Histadrut) o de organismos judíos fuera del país, como ORT y WIZO. La responsabilidad financiera del ejecutivo sionista se limitaba principalmente a las escuelas primarias y a las escuelas normales. No pocas veces, las dificultades financieras causaron retrasos en el pago de los salarios a los maestros, lo que provocó huelgas de éstos, a veces durante varias semanas. La opinión ganó terreno, tanto en los círculos sionistas como en el propio yishuv, de que la responsabilidad financiera y educativa del sistema escolar debería transferirse a la comunidad judía organizada en Palestina. A finales de la década de 1920, la población judía asumió gradualmente una mayor responsabilidad financiera para la educación de sus hijos. Durante la Primera y Segunda Aliá se hicieron intentos para hacer que el idioma hebreo fuera más dominante en la vida del yishuv, pero otros idiomas tomaron protagonismo. Entre las muchas escuelas judías de entonces, sólo en seis se realizaban los estudios en hebreo.
La asociación Ezrá, encabezada por el dr. Paul Nathan, comenzó a planificar el Technion (hoy Instituto de Tecnología de Israel) en 1908, con la ayuda de la Organización Sionista Mundial. La asociación decidió que los estudios en la institución se realizarían en alemán, afirmando que ese era el idioma habitual de la ciencia, y que el hebreo, al ser un idioma en pleno proceso de rejuvenecimiento, aún no incluía los términos profesionales y científicos necesarios para la enseñanza superior. Esta decisión provocó una indignación pública en el Yishuv y en 1913 comenzó una lucha, conocida como la Guerra de las Lenguas. Entre los adversarios más dominantes de la decisión estaba Eliezer Ben Yehuda. La primera fase de la lucha vio la renuncia de tres miembros de la Organización Sionista Mundial como acto de protesta, luego de que la asociación Ezrá se negara a modificar su decisión. La segunda fase de la lucha comprendió actos más activos de desafío popular, como manifestaciones y asambleas de protesta en Palestina y en todo el mundo. En la tercera fase, profesores y estudiantes boicotearon las instituciones Ezrá y fundaron escuelas competidoras. La Organización Sionista Mundial asumió la tarea de fundar instituciones educativas hebreas. La asociación Ezrá sucumbió a las demandas del yishuv, pero poco después estalló la Primera Guerra Mundial y la asociación Ezrá terminó sus actividades en Palestina.
La Guerra del Idioma condujo a algunos logros importantes. Como resultado de las protestas, se fundaron instituciones educativas hebreas independientes en Palestina, sin las trabas de la dependencia de organizaciones extranjeras. Y lo que es más importante: la Guerra de las Lenguas fue un hito significativo en el proceso de asimilación del hebreo al yishuv y su determinación como uno de los dos idiomas oficiales del futuro Estado de Israel. Y esta historia continuará…