MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – Los británicos, por regla general, no se tambalean. Un pueblo firme, les gusta mantener la calma. Sin embargo, este no ha sido el caso con el trato a los judíos: se han producido incidentes. Habiendo dado la bienvenida a los judíos a Gran Bretaña en el siglo XI, los expulsaron en el XIII. Cromwell, informalmente, los dejó entrar; Carlos II, casualmente, los llamó extranjeros infieles. Y cuando el gobierno de Su Majestad llegó tan lejos, en 1753, para ofrecer la ciudadanía judía, retiró la oferta, en 1754. Hasta que finalmente se le permitió a un judío sentarse en la Cámara del Parlamento. Un cristiano evangélico entró en el ejército, casi uniendo fuerzas, para poner patas arriba el antisemitismo inglés y ayudar a crear el Estado de Israel.
Orde Wingate no era, como Churchill, un aristócrata, un político o un brillante artífice de las palabras. Lejos de ello, era un fundamentalista religioso, un estratega militar poco ortodoxo y bastante odiado por quienes estaban en el poder. Fue destinado a Palestina, como un oficial de inteligencia en 1936, durante los primeros meses de la revuelta árabe. No tenía ningún interés en los judíos o el sionismo, y dado que hablaba árabe y era, de alguna manera, un pariente lejano de T. E. Lawrence (el famoso “Lawrence de Arabia”), parecía fuera de lugar imaginar que al año siguiente llegaría a convertirse en un líder de un comando sionista de habla hebrea. Sin embargo, en palabras del propio Wingate, esto es lo que le sucedió y por qué: “Cuando estaba en la escuela, me despreciaban y me hacían sentir que era un fracaso y que no me querían en el mundo. Cuando llegué a Palestina me encontré con todo un pueblo que había sido tratado así durante decenas de generaciones y, sin embargo, al final estaban invictos, eran una gran potencia en el mundo y construían su país de nuevo. Sentí que pertenecía a esas personas”. Así abrazó, desde todas las perspectivas, las esperanzas y aspiraciones vitales de los judíos que estaban en peligro. El gobierno británico, consciente del petróleo árabe, intentaba gobernar Palestina con esquemas políticos y vagas promesas. Los árabes palestinos estaban cometiendo actos terroristas contra los judíos. Llevando una biblia, pregonó los reclamos judíos sobre la tierra. A casi 80 años de su muerte, Orde Wingate sigue siendo un héroe en Israel. El oficial británico que comía cebollas crudas y que llevaba la Biblia cuando murió en un accidente aéreo en Birmania el 24 de marzo de 1944 ha sido llamado “padre de las Fuerzas de Defensa de Israel”.