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‎21 Heshvan 5785 | ‎21/11/2024

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El retorno a Israel y la creación de su Estado (9ª parte): Max Bodenheimer, esa vieja historia sionista

El retorno a Israel y la creación de su Estado (9ª parte): Max Bodenheimer, esa vieja historia sionista

MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En la foto de Herzl en el viaje que realizó a Israel, la Palestina de aquellos días, en 1898, que ha publicado Radio Sefarad en emisión anterior, podemos ver la imagen de un grupo de personas que lo rodeaba, cuatro de ellos, al menos tres, son casi desconocidos para nosotros. Intentaremos comprender porque se hallaban allí y quiénes eran. Max Isidor Bodenheimer, el primero a la izquierda, había nacido Stuttgart, Alemania, el 12 de marzo de 1865, luego cursó estudios universitarios en Tubinga, Estrasburgo, Berlín y Friburgo, estableciéndose como abogado en Colonia. Evidentemente pertenecía a una familia acomodada, dado el nivel de su educación y el status obtenido, y por la misma razón era un judío asimilado. Sin embargo, estos judíos que por asimilados podían haber dejado atrás su condición, no renunciaron a ella. Bodenheimer se preocupó por la Cuestión Judía y llegó a la conclusión de que los judíos constituían una nación y que la única solución posible era la emigración a Palestina. Por aquella época ni se le pasó por la mente que el peor drama en el futuro lo iban a padecer los judíos alemanes: su mayor preocupación residía en el destino de los judíos que vivían en el Imperio Zarista que sufrían grandes persecuciones y crueles pogromos. Por esa razón decidió unirse al grupo Jibat Zion y publicar varios artículos sobre sionismo. En septiembre de 1891, Bodenheimer llamó a las sociedades Jovevei Zion a formar una organización mundial bajo el lema: “Zionisten aller Länder vereinigt euch!” – “¡Sionistas de todos los países, uníos!”, estableciendo contactos con grupos tales en Berlín, Viena, Londres y París.

En febrero de 1892, conoció a David Wolfsohn por primera vez. Juntos, fundaron el “Nationaljüdischer Klub Zion Köln” (club nacional-judío Zion de Colonia) en 1893. Era una rama de Jovevei Zion, que pasó a llamarse Nationaljüdische Vereinigung (Asociación Nacional-Judía) en 1894 y se convirtió en la base del movimiento sionista alemán. Bodenheimer también participó en varias otras actividades sionistas en Colonia. En mayo de 1896, comenzó la correspondencia con Theodor Herzl y pronto se unió a él en la formación del movimiento sionista. El “Nationaljüdische Vereinigung für Deutschland” pasó a llamarse en octubre de 1897 Zionistische Vereinigung für Deutschland, que Bodenheimer presidió hasta 1910. El 30 de agosto de 1897 se dirigió al primer Congreso Sionista en Basilea donde fue elegido miembro del Comité de Acción que preparó el texto del programa, y en el que sirvió hasta 1921. En 1898, fue miembro de la delegación que acompañó a Herzl en su viaje a Palestina. Se reunieron con el káiser alemán Guillermo II en Constantinopla y en Mikveh Israel. En 1899, cuando la organización sionista estableció el Jewish Colonial Trust, Bodenheimer fue nombrado miembro de su consejo y permaneció como miembro durante toda su vida.

El quinto Congreso Sionista en diciembre de 1901 adoptó la “Organisationsstatut” – ley fundacional – de la Organización Sionista, que fue en gran parte el trabajo de Bodenheimer. Fue elegido miembro del comité de redacción de la constitución del Fondo Nacional Judío y fue responsable de su organización e inicialmente su director. También fue nombrado Kongressanwalt – Abogado del Congreso Sionista. Bodenheimer también era evidentemente un patriota alemán y tenía fe en el régimen liberal del Kaiser. En 1902, solicitó al mismo que formara una liga de Estados de Europa del Este en Polonia, Lituania y otras áreas. Esto, creía, encajaría con la política alemana de Europa del Este, que era separar estas tierras de Rusia y, por lo tanto, reducir la amenaza rusa. Ingenuamente se persuadió a sí mismo, y trató de persuadir al gobierno alemán, de que los judíos tendrían una afinidad natural por Alemania, ya que hablaban ídish. Hasta cierto punto, esto era innegablemente cierto, ya que los jóvenes judíos en Rusia comparaban su miserable condición con el esplendor de los judíos alemanes, y los que podían, iban frecuentemente a Alemania para completar sus estudios.

Bodenheimer se convirtió en un amigo íntimo de Herzl. Tras su muerte, y con el traslado de la Federación Sionista Alemana de Colonia a Berlín en 1904, la posición de Bodenheimer como líder del sionismo alemán comenzó a declinar. Se desempeñó como miembro de la Junta Directiva del Fondo Nacional Judío hasta 1921, y dirigió sus actividades desde Colonia hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. En 1910, fue nombrado presidente de un comité encargado de la redacción de la nueva constitución de la Organización Sionista que fue adoptada por el 10º Congreso Sionista en 1911. En 1912, Bodenheimer visitó Palestina por segunda vez.

Después del estallido de la Primera Guerra Mundial, trasladó la oficina central del Fondo Nacional Judío a La Haya, previendo los problemas que surgirían si la sede del Fondo no estuviera en un país neutral. En noviembre de 1914, Bodenheimer renunció como presidente de la Junta Directiva del Fondo Nacional Judío. Durante la guerra, se creó el Komitee zur Befreiung der Russischen Juden – Comité para la liberación de los judíos de Rusia (más tarde Komitee für den Osten – Comité para el Este) con el fin de mejorar la situación de la población judía que vivía en condiciones terriblemente penosas en las zonas ocupadas por los ejércitos alemán y austriaco, situación que empeoró gravemente con la invasión rusa. En realidad, el programa de este comité fue aparentemente una renovación de la idea de 1902 de una liga de Estados de Europa del Este apoyada por judíos y alemanes. Los antisemitas convirtieron esta propuesta utópica e ingenua en una propuesta mítica para una “Judeopolonia”: Polonia para ser gobernada por judíos, y reapareció muy a menudo en la propaganda antisemita de la posguerra, así como en la ideología antisemita polaca más reciente, como en el libro de 2001, “Judeopolonia”, de Andrzej Leszek Szcześniak.

En 1920, Bodenheimer fue presidente del comité directivo de la Primera Conferencia Sionista de posguerra en Londres. En el 12º Congreso Sionista de 1921 en Karlsbad, fue elegido Presidente del Kongressgericht – Congreso Judicial – de la Organización Sionista, pero renunció a su cargo en julio de 1922. En diciembre de 1921, terminó la conexión oficial de Bodeneimer con el Fondo Nacional Judío. Su hijo, Frederick Simon Bodenheimer, estudió entomología. Llegó en aliá a Palestina después de completar sus estudios en Bonn en 1921, y trabajó en la estación entomológica de la Agencia Judía de 1921 a 1928. En 1926, Max Bodenheimer visitó Palestina por tercera vez. En 1928, el Consejo de la Comunidad Judía de Colonia le pidió que organizara una exposición judía especial en la Exposición Internacional de Prensa “PRESSA”, cuando Alemania constituía la República de Weimar. En cierto momento Max Bodenheimer se desilusionó con la política probritánica de Jaim Weizmann y se unió a los revisionistas de Zeev Jabotinsky. Sin embargo, cuando los revisionistas abandonaron el movimiento sionista en 1933, Bodenheimer los dejó. En abril de 1933, tras la elección del gobierno nazi en Alemania, se trasladó a Ámsterdam y, en marzo de 1936, a Jerusalén a los 71 años, donde se dedicó a escribir sus memorias y finalmente murió. Y esta historia continúa…

[En la imagen, de izquierda a derecha, Bodenheimer, Herzl, Max Nordau y David Wolfsohn]