EL MARCAPÁGINAS – Desde su respeto y amor a la cultura judía, G.H.Guarch completa con El Talmud de Viena ,editado por Almuzara, su trilogía compuesta además por Shalom Sefarad y Tierra Prometida.
El Talmud de Viena como comentan desde su editorial “nos sumerge en la historia de una saga familiar judía asentada en Viena y de su largo peregrinaje hasta alcanzar su verdadero sueño: la Tierra Prometida. La historia transcurre desde el periodo que va desde la firma del Tratado de Versalles hasta 1948, fecha de la fundación del Estado de Israel.
Una etapa convulsa, dramática, de continuos cambios políticos y sociales en la que el autor brinda al lector un imponente fresco coral en el que se dan cita las pasiones más intensas, y en cuya trama comparecen numerosos personajes tanto de ficción como reales; entre ellos, Sigmund Freud, Thomas Mann, Albert Einstein, o el propio Führer. Unos y otros se erigen en símbolos de un periodo histórico que, como un espejo roto, nos permite vislumbrar quiénes fuimos —y somos— realmente.
“El Talmud de Viena es un portento de construcción y definición de personajes y situaciones”, comenta la escritora Rosa Regás sobre esta novela, que recrea la historia de Esther, hija de una familia de orígenes judíos que nace el mismo día en que se firma el Tratado de Versalles, que pone fin a la devastadora Primera Guerra Mundial. Su padre, el doctor Paul Dukas, obsesionado con su ascenso personal y profesional, y convertido al cristianismo, descubrirá muy pronto que el pasado judío de un hombre no se perdona fácilmente.
La historia de Esther, así como la de los Goldman, familia con la que emparenta su padre, portadores del Talmud de Viena, o la de los mellizos Gessner, que ven en el auge del partido nazi un instrumento idóneo para medrar, es el hilo conductor de esta apasionante novela que muestra los avatares del pueblo judío en un periodo crucial del siglo XX: desde la promesa, finalmente frustrada, de los felices años veinte, al ascenso al poder de Adolf Hitler y el posterior conflicto que asoló Europa”.
Afirma Guarch que éste es un libro diferente, que aproxima tanto a las vivencias de los protagonistas que “fascinará a los lectores hasta la última página”. Por cierto que en El marcapáginas no creemos que esta página final sea la última que el autor dedique a los judíos.