MÚSICA CLÁSICA – Culminaremos el ciclo que hemos dedicado al violinista polaco, nacionalizado mexicano Henryk Szeryng, que murió hace 30 años, con dos obras de Mozart. Algunos de los violines de Henryk Szeryng tuvieron su propia historia. Es el caso del Stradivarius Hércules de 1734 que otrora perteneciera a Eugene Ysaye. Szeryng depositó este famoso instrumento en manos de Teddy Kollek, alcalde de Jerusalén, el 24 de diciembre de 1972, a fin de que lo utilizara el concertino de la Orquesta Filarmónica de Israel. También obsequió al príncipe Rainiero de Mónaco con su célebre Vuillaume, la copia del Stradivarius Mesías, y entregó a Ciudad de México el “Sanctae Theresiae”, instrumento fabricado por Andrea Guarnieri en 1683. Szeryng regaló la mayor parte de su colección de violines a ciudades o alumnos, como Shlomo Mintz, a quien impartió clases en Ginebra, conservando únicamente el valioso Guarnerius del Gesù Leduc de 1743 y el Pierre Hel de 1935, copia del Guarnerius del Gesù Le Roi Joseph. Oiremos a continuación Szeryng en una grabación de finales de los 60 con Sir Alexander Gibson al frente de la New Philharmonia Orchestra, interpretando el Concierto Nº3 en sol mayor, Köchel 216 que Mozart compuso en Salzburgo a los 19 años, y cuyos movimientos son Allegro, Adagio y Rondó-Allegro.
Como nota final de su biografía recordaremos que Szeryng también compuso: entre sus obras se incluyen algunos Conciertos para Violín y piezas de música de cámara. Lo despediremos con el mismo elenco para tocar el Adagio en mi mayor Köchel 261 compuesto al año siguiente que la pieza anterior, probablemente como pieza de sustitución del movimiento lento original de su Concierto Nº5 en la mayor. Se cree que Mozart lo compuso especialmente para el violinista Antonio Brunetti, que se quejó del movimiento lento original tildándolo de “demasiado artificial”.