“El tiempo no es un collar de perlas”, de Anna Frajlich
POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – “Su poesía es un viaje interminable; un viaje por la memoria propia y la de su mundo revolucionado y vuelto del revés tantas veces. (…).
Sus poemas son recuerdos, encuentros o apuntes de acontecimientos actuales. Aunque siempre queda algo no revelado, apenas esbozado por la imaginación, en la punta de la lengua o de la pluma que a veces la hace retornar a sus poemas de antes. Todo está conectado. La memoria. Los recuerdos. El dolor del exilio que se aleja y vuelve, siempre vuelve. Hay heridas que no cicatrizan, hay añoranzas, anhelos, hay imágenes que se quedan en la retina y resurgen al cerrar los ojos.”
Elzbieta Bortkiewicz
El 19 de octubre tenemos una cita con la poesía de Anna Frajlich y con su traductora, nuestra colaboradora Elzbieta Bortkiewicz. Nadie mejor que ella para hablarnos de esta profesora emérita de la Universidad de Columbia, “poeta venerada en versos que son reflejo de su vida, de sus recuerdos reales e imaginados”. Disfruten de la poesía tranquila, suave, como “a media voz” de Anna Frajlich y su libro El tiempo no es un collar de perlas.
Ed. Siribana. Anna Frajlich nació en Kirguistán, vivió en la Unión Soviética se crió en Szczecin (Polonia), terminó la carrera en Varsovia (Polonia), en 1969 abandonó su país a consecuencia de la ofensiva del partido comunista contra los ciudadanos polacos de origen judío. Finalmente emigró a los EEUU, a Nueva York donde reside . En 1991 hizo el doctorado en letras eslavas y desde entonces, hasta hace pocos años, trabajó como profesora en la universidad de Columbia de Nueva York. El primer poemario de Anna apareció en 1976. A partir de aquel momento aparecen varios libros de poemas, y relatos. Anna Frajlich es también autora de la monografía The legacy od Ancient Rome in the Russian Silver Age, que investiga la herencia de la Roma antigua en la “edad de plata” de la poesía rusa. Es autora de ensayos, entre otros Czeslaw Milosz. Lekcje (2011), y críticas literarias. Fue galardonada con varios premios literarios, entre ellos, el más importante Premio Koscielski (1980). Su poesía fue traducida al italiano, francés, inglés y ruso despertando un gran interés de la crítica de esos países.