DE ACTUALIDAD – Si hacemos caso a las declaraciones de la campaña electoral y a lo que las encuestas apuntan, Israel se enfrenta a un panorama de gobernabilidad incierta. El partido que lidera el pronóstico (Kajol Laván, con Gantz al frente) ha “jurado” no aliarse con el Likud mientras siga teniendo al frente a Netanyahu. Este último, por su parte, actúa promoviendo en las sombras nuevas alianzas de partidos de derecha y muy posibles camaradas de coalición, pero las cuentas no salen, como nos explica la periodista argentino-israelí Roxana Levinson. En realidad, el escenario más plausible es el de una coalición liderada por Kajol Laván, con principal socio en un LIkud post-Netanyahu, más los partidos ortodoxos, pero sin los más a su derecha: la nueva coalición de Habait Hayehudí con Otzmá Yehudit, Hayemín Hajadash de Bennett y lo que quede de Israel Beiteinu y Kulanu. Y es que, en la práctica, los dos primeros partidos en intención de voto difieren más en los protagonistas que en las ideas.