MÚSICA ISRAELÍ – Es muy posible que nunca haya oído hablar de Emanuel Amiran, incluso siendo israelí. Pero si ha cantado (y/o bailado) alguna de las canciones infantiles más populares sobre textos bíblicos, es más que probable que tenga su firma. Parecen melodías sencillas, de esas que alguien toca con una flautilla y un tamborcillo acompañando, pero su génesis es más compleja de lo que parece. Da la casualidad que este 8 de agosto pasado el varsovita Emanuel Amiran, originalmente apellidado Pougatchov, habría cumplido 110 años, si no hubiera fallecido en 1993 en el kibutz donde vivió toda su vida. Amiran comenzó sus estudios musicales en Varsovia con Jopseph Engel y siguió con David Shore y Engel Weinberg, yendo a especializarse durante tres años en Berlín y finalmente, desde 1928, en Jerusalén junto a Solomon Rosowsky. Amiran se volcó de lleno en la pedagogía musical, acudiendo desde 1934 al Trinity College del Reino Unido, aunque retornando a la Israel bajo Mandato Británico en 1936 para fundar en Tel Aviv junto a Leo Kestenberg el Seminario de Profesores de Música. Con el estallido de la Guerra de la Independencia en 1948 fue el encargado de formar la primera orquesta militar, que con el tiempo sería la del Tzahal (ejército de Israel). Una vez establecido el nuevo Estado, fue nombrado Inspector de Música hasta su jubilación en 1975. Llegó a componer hasta 600 obras, incluida música sinfónica para orquesta y coro, o para el teatro, pero la mayoría son parte del acervo popular y especialmente infantil.