LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – En Barranquilla, la comunidad sefardí que se había establecido en la sociedad poscolonial hispánica se reunía en casa de don Abraham Senior para llevar a cabo la parte litúrgica y ceremonial propia de ese judaísmo sefardí caribeño con su epicentro en Ámsterdam, y fue el cónsul de los Países Bajos, el señor Moisés de Sola, quien ofició como rabino y autoridad comunitaria. Asimismo, Ernesto Cortissoz y el judío danés Joseph Heinrich Helm (emparentado con la familia Álvarez-Correa) habían fundado la sociedad comercial J. Helm & Cía., que para 1873 formó parte de la fundación del Banco de Barranquilla, en la que había 17 socios judíos. Además de la familia Cortissoz y Senior, otras familias judías holandesas -por lo menos 60- se establecieron en Barranquilla, como los Salcedo, Porrati, Pardo y Dovale. Los varones de estas familias se dedicaron al comercio teniendo gran éxito, y establecieron importantes vínculos entre su originaria isla de Curaçao y la Costa Atlántica colombiana. La Compañía Colombiana de Transportes fue creada en 1886 de la fusión de las compañías Alemana de Navegación, propiedad de Hoenigsberg, Wessels & Co., -de judíos askenazíes- y la Internacional de Navegación de Cristóbal Hoyer y del sefardí David López Penha. Esta nueva compañía fue dirigida en 1905 por don Jacob Cortissoz Pinto, natural de Curaçao. Junto a la fusión de estas compañías estuvo también la Compañía Cisneros, perteneciente al ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros. En 1901, Jacob Cortissoz y su yerno Benjamín Senior, conformaron la compañía Cortissoz & Cía., y en 1914 junto a su cuñado Enrique Álvarez-Correa, conformaron la sociedad Cortissoz, Correa, Crédito Mercanti1. También, para 1913 Cortissoz Pinto constituyó la Cervecería Barranquilla, junto con su otro cuñado, Ricardo Álvarez-Correa y Lascano & Cía. De esta sociedad cervecera barranquillera se lanzaron al mercado desde 1915 las marcas de cerveza Gallo Fino; Escudo, San Nicolás y Águila.