En memoria de las víctimas de Kommeno Arta

DESDE GRECIA, AKÍ SALÓKICA, CON ÁNGELA MARÍA ARBELÁEZ – Flores en el Memorial del Holocausto como protesta simbólica. Salónica. Con una flor en la mano, ciudadanos de todas las edades, representantes de instituciones privadas y del gobierno, se unieron en Salónica en una protesta simbólica en días pasados, frente al Memorial del Holocausto, en la Plaza Eleftherias de la ciudad. La movilización tuvo lugar con motivo de los vandalismos recientes del monumento y en un intento de personas de todas las edades de demostrar que no permanecen pasivas ante los hechos de barbarie y sacrilegio de la memoria. ¡Nunca más!

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16 de agosto de 1943. La matanza de Kommeno Arta: un crimen de guerra que se cobró 317 victimas, entre ellas tres ciudadanos judíos de la zona. El 16 de agosto se conmemoro en Kommeno Arta un servicio memorial en honor de los habitantes de la pequeña ciudad que fueron exterminados por los nazis en la misma fecha en 1943. Debido a la lluvia torrencial, la ceremonia se limitó solo a una ofrenda floral de coronas de laurel con los nombres de las víctimas de la ciudad mártir. El KIS (Comité Central de las Comunidades Judías de toda Grecia) estuvo representado en el evento por Moise Elisaf, Presidente de la Comunidad Judía de Ioannina y miembro del Consejo de Administración del KIS. Asistió la ministra Olga Gerovassilis, como representante del gobierno, así como miembros de los partidos políticos y el gobierno local. Han pasado 75 años desde la mayor masacre de los habitantes de la zona por el ejército de ocupación hitleriano. Según los historiadores, este horrible crimen fue un plan organizado cuyo objetivo era doblegar la resistencia del pueblo griego, cuando la lucha de liberación contra los ocupantes alemanes e italianos había alcanzado su punto máximo. Al día siguiente de la celebración en toda Grecia de la festividad cristiana de la Dormición de la Virgen, se llevó a cabo esta terrible matanza que aniquiló a más de la mitad de la población de Arta. Muchos se salvaron al huir hacia el riachuelo de la zona. El suceso tuvo lugar al amanecer por 120 hombres del batallón 12 de las fuerzas alemanas que estaba ubicado en el área de Filippiadas, una pequeña ciudad a unos 10 km al noroeste de Arta. La comunidad judía local era una de las más antiguas de Grecia. Ya Benjamin de Tudela en su “Itinerario” viaja a Grecia en 1173, e informa de que había cien familias judías desarrollando una actividad espiritual y religiosa admirable. Esta presencia se intensificó durante la era del “déspota de Epiro”, en la que Michael Kominos concedió a los judíos libertad para desarrollarse económica y culturalmente. Al mismo tiempo se construyó la primera sinagoga, “Greca”, y el cementerio judío en el “Petrovouni” en la colina Peranthi en un área de diez acres otorgados por Santa Teodora, esposa de Michael Kominos. El desarrollo de la vida económica de los judíos continuó hasta 1346, cuando sufrieron su primera persecución por el serbio Dusan Stefanos. Después de la conquista de Arta por los turcos en 1449, a los judíos se les concedió libertad religiosa y económica. Poco después (entre 1480 y 1494) la población creció con la llegada de grupos judíos de Apulia y Calabria, entre otros, que formaron una comunidad separada, fundando la sinagoga “Poulieza” , escuelas judías y asociaciones de caridad, compitiendo noblemente con los vecinos judíos romaniotas. Los judíos de la ciudad vivían en asentamientos “Ochtho”, “cemento” y “reloj”, que estaban en el centro de la ciudad. Cuando el arquitecto e ingeniero francés Fousero visitó Arta en 1780, escribió que había 200 judíos. En 1806 Pukevil dijo que los judíos de la ciudad era mil, mientras que Luc dice que en 1807 su número era de sólo 50 personas. Con la liberación de la ciudad de los turcos (el 23 de junio de 1881), los judíos mantuvieron su libertad religiosa y económica y en el censo de ese período aparecen unas 800 personas. “Los judíos de Arta son profundamente religiosos, respetan la ley y viven en paz con sus vecinos cristianos”, destaca en sus comentarios un periodista en 1881. Sus oficios eran variados: había grandes tiendas y pequeños comercios, curtidores de pieles, tiendas de vidrio y porcelanas, lecheros, carniceros, vendedores ambulantes y modistas. También había dos profesores, un médico y un funcionario público. En 1911 se fundó una gran empresa comercial con el nombre “Iochanas – Ganis – Hatzis & Co”, que dominó el mercado durante muchos años. Los nombres habituales de los griegos judíos de Arta son Mionis, Iochanas, Sabas, Jeremías, Mizan, Eliezer, Politis, Koulis y Ganis. La comunidad mantuvo una escuela judía en la calle Fillellon, en el barrio judío. Constaba de dos grandes salas, una de las cuales se utilizaba para el almacenamiento de alimentos y granos para su distribución a los necesitados en invierno. La otra sala se dividió en dos partes: una para sala de enseñanza y la otra como sala de conferencias y reunión cultural. Dos maestros enseñaban en griego y hebreo. A la escuela asistieron judíos y algunos estudiantes cristianos. Se creó una escuela más para las necesidades de la comunidad. Durante el período del desastre de Asia Menor, las dos escuelas judías protegieron a los refugiados. Desde 1920, la comunidad judía de Arta fue reconocida como una “entidad pública” y participó en todos los actos públicos de la ciudad. En el censo de 1939, había unos 500 miembros, mientras que durante la ocupación alemana había 384 judíos. En la noche del 24 de marzo de 1944 fueron detenidos por los nazis y la mayoría deportados a campos de exterminio nazis. Pocos pudieron escapar. Trágico también fue el destino de una familia judía oculta en el pueblo Kommeno Arta, cuando los alemanes masacraron a los 317 habitantes, incluyendo a Zakino Jeremías, de 42 años, su esposa de 37 años y su hija de cinco. Al final de la guerra, 30 rehenes y 28 judíos regresaron de los campos. La comunidad había perdido el 84% de su población. La antigua sinagoga romaniota “Greca” estaba casi destruida, como el resto de los edificios comunales. La comunidad estaba desorganizada y descuidada. Los judíos sobrevivientes comenzaron a establecerse en otras ciudades de Grecia o emigraron al extranjero. En 1959 se disolvió la comunidad y un poco más tarde se expropió el cementerio judío, mientras que lo que quedo de la sinagoga fue donado a la Municipalidad.

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Investigación y proyecto: Desde Grecia ©. Síganos en Facebook
** Interfaith Intercultural Dialogue ART BRIDGES – Award Marca Colombia País 2012 – 100 Colombianos – Premio de las Américas, Israel 2015

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