Entender Sefarad (17ª parte): conversos vistos como judíos


MILÍM: HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En esta larga historia de los judíos en tierras ibéricas y en este caso en especial, en los reinos de España con el siglo XV ha comenzado el último capítulo de un drama judío. Un drama que ha seguido resonando pese al paso de los siglos, pero que tuvo otras consecuencias y repercusiones como lo ha sido el tema de los conversos, los marranos o los judíos ocultos. Y cuando nos referimos a ellos, estamos hablando de quienes habían sido objeto de conversiones forzadas en los hechos posteriores a 1391 y luego a la Disputa de Tortosa. El judaísmo fue ampliamente derrotado, los rabinos no pudieron expresar en libertad sus argumentaciones ante la presencia del Papa, del rey y de las retorcidas interpretaciónes aportadas por el converso Jerónimo de Santa Fe.

A partir de abril de 1413 se convirtieron numerosos judíos, entre ellos varios miembros de la influyente famila de los Caballería, y todo su círculo de amigos y conocidos, asi como el amigo de ellos el poeta Selomó de la Piera. Todos ellos tuvieron cargos muy importantes a nivel gubernamental, estas conversiones tuvieron un gran impacto psicológico en las aljamas judías. Los que permanecieron siendo judíos fueron los pobres, los artesanos y los estudiosos devotos de la Torá. Las aljamas se vaciaron y empobrecieron, muchos de sus antiguos habitantes se fueron a vivir al campo. Todavía quedaban algunos judíos con bastantes extensiones de tierra donde cultivaban las viñas. Para cuando fueron expulsados en 1492 los judíos la mayor parte de ellos eran campesinos y labradores, cultivadores de viñas, lino y otros cereales y que tenían muy buenas relaciones de convivencia con sus vecinos cristianos.

La aparición de ese nuevo sector social representado por los conversos, en muchos casos gente adinerada y prestigiosa, que ya no tenían las limitaciones de su condición judía generó mucha envidia y resentimiento en la población. De alguna manera los cristianos viejos debían comenzar a dar cuenta de su verdadera catolicidad y pureza de origen frente a estos cristianos que eran sospechados de judaizar secretamente. El antijudaísmo dará lugar al surgimiento del racismo en la sociedad castellana. Un nuevo conflicto de otros rasgos ha surgido, la Inquisición será una nueva institución que vigilará la conducta de estos nuevos cristianos, pero que establecerá una vigilancia y control sobre la sociedad que tendrá graves consecuencias.

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