Erich von Stroheim, el “malvado absoluto” que nos dejó hace 60 años, con Miguel Pérez

EL CELULOIDE ELEGIDO – Este 12 de mayo se cumplen 60 años del fallecimiento de Erich von Stroheim, el malo entre los malos en sus papeles de militar prusiano, el comandante Rauffestein de La gran ilusión de Renoir, quien, en la vida real -nos cuenta el cinéfilo Miguel Pérez, redactor de El Correo- fue un intelectual profundo y un convencido antibelicista.

Nacido en Viena en el seno de una acomodada familia de comerciantes judíos como Erich Oswald, además de fabular sobre su propia biografía, dedicó su talento tanto a la dirección de cine como a la actuación en aquellos tiempos -apunta Pérez- en los que el cine dejaba de ser un invento epatante para convertirse en arte e industria, los días del principio del Hollywood dorado en el que von Stroheim se codeaba con Billy Wilder, Gloria Swanson (fue su inolvidable chofer-mayordomo en El crepúsculo de los dioses) Irving Thalberg, Chaplin, David W. Griffith... Esos años en los que fue “el hombre al que usted le gustaría odiar”.

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