NOTICIAS CON COMENTARIO A DOS – En nuestra comunicación con Pascal Roy desde Jerusalén nos centramos inicialmente en el frente bélico principal, la franja de Gaza, desde la cual, en principio parece que ha disminuido el ritmo de lanzamiento de misiles, seguramente (al menos en parte) por el éxito de los operativos militares de Tzahal en el norte del enclave. Sin embargo, de allí hacia abajo, en dirección a la frontera con Egipto, la situación es más complicada, ya que Hamás aún posee una amplísima infraestructura de túneles y sitios de refugio camuflados dentro (y debajo) de hospitales, mezquitas, colegios, etc. en los que sus propios familiares les sirven de escudos humanos. A pesar de ello y del esfuerzo por evitar que se vayan, cada vez quedan menos pacientes y personal en los hospitales de las zonas más problemáticas, lo que permite eliminar a comandantes terroristas con menores daños colaterales. En cuanto a los otros frentes, el norte y Cisjordania, además de los hutíes del Yemen, siguen activos pero no acaban de escalar, especialmente por la contención que está aplicando Israel en sus respuestas. Por otra parte, medios como el Washington Post han revelado los planes originales de los terroristas que incursionaron el 7 de octubre y que pretendían llegar hasta Cisjordania para unirse allí a los seguidores locales, algo que afortunadamente no lograron. En otro plano, sorprende que el Consejo de la Unión Europea, aunque con retraso, haya denunciado a Hamás por la utilización de escudos humanos. También nos preguntamos cómo es posible que organizaciones humanitarias de Naciones Unidas (cuya rama sobre los derechos de las mujeres ni siquiera se ha pronunciado sobre las violaciones, matanzas y femicidio étnico contra las judías), Cruz Roja, Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, etc. no estuvieran al tanto de la presencia de material bélico en sus instalaciones. En la imagen, un terrorista con lanzagranadas atacando desde el hospital Al-Kuds en Gaza.