DESDE EL FRENTE – Conocemos a Gideon “Guidi” Harari de anteriores colaboraciones, antes de que se desatara la guerra contra Hezbolá en Líbano. Como experto en inteligencia de seguridad sobre este país y Siria, nos remite a los días anteriores al fatídico 7 de octubre de 2023 cuando todo el estamento militar de Israel y los habitantes de la zona norte del país eran concientes de que Hezbolá preparaba un gran operativo de invasión (al que se adelantó Hamás desde Gaza). Sin embargo, y a pesar de la sorpresa que supuso aquella masacre en el sur del país, Israel pudo sobreponerse y evitar el plan desde el norte por medios sofisticados y sorprendentes, como el estallido de los beepers y walkie talkies que acabó con la cúpula militar del grupo terrorista chiita en pocas horas, además de la eliminación de su líder Nasralá. Este conocimiento prematuro de las intenciones de Hezbolá ha permitido también bombardear depósitos de misiles e instalaciones con gran precisión, causando posiblemente más de 4 mil bajas entre los terroristas, aunque la eliminación de su ideología se vea imposible. Por todo ello, Harari nos recuerda que esta guerra aún no ha terminado: puede que el alto el fuego dure apenas semanas, meses o algunos años, pero la intención asesina de Hezbolá seguirá intacta, pero al menos el tiempo dará a Israel el tiempo necesario para recomponerse y para que su ejército permita librar la que sería la última guerra con Líbano, indisolublemente ligada al régimen iraní.
Esta guerra aún no ha terminado, con Guidi Harari
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