EL NUEVO DESORDEN MUNDIAL, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG – Nos habían anunciado durante tiempo la inminencia de una contraofensiva ucraniana contra las fuerzas invasoras rusas, pero no la hubo como tal. Tampoco su enemigo progresó en el terreno, aunque sufrió viscisitudes intestinas (¿un abortado golpe de estado por parte del Grupo Wagner?, los problemas de reclutamiento, etc.) lo que denota un estancamiento. Pero no en todos los frentes, especialmente en aquellos habituales del citado grupo paramilitar ruso: el de los países del Sahel (la zona por debajo del Sáhara) donde han propiciado golpes de estado en antiguas colonias francesas como Mali, Burkina Faso o, más recientemente, Níger. Pero el papel desestabilizador de Putin mantiene abiertos otros frentes, como el apoyo a la ultraderecha europea emergente (según en qué países, a la ultraizquierda) o maniobras de desestabilización mediante la migración.