Evolución onomástica de los sefardíes (1ª parte)
EL BUEN NOMBRE, CON ALEJANDRO RUBINSTEIN – Un estudio reciente en torno a la onomástica de los sefardíes ha llegado a algunas conclusiones que nos comenta Alejandro Rubinstein, como la preponderancia absoluta de nombres bíblicos (desde patriarcas a profetas y reyes, aunque con poca presencia de nombres talmúdicos), abundando en los que tienen un significado (como Baruj – bendito, Bejor – pimogénito, Sasón – alegría, etc.). A diferencia de los ashkenazíes, en la tradición sefardí abundan los nombres ya existentes entre los familiares vivos. Caso aparte es el de las mujeres, cuyas fuentes onomásticas bíblicas son más escasas y que han incorporado nombres de acento español o francés.