Evolución onomástica de los sefardíes (y 2ª parte): los que no

EL BUEN NOMBRE, CON ALEJANDRO RUBINSTEIN – Un estudio reciente en torno a la onomástica de los sefardíes ha llegado a algunas conclusiones que nos sigue comentando, como en la entrega anterior, Alejandro Rubinstein, aunque esta vez con la particularidad de los nombres que la tradición sefardí ha evitado. Ejemplos de ello son Ajab, Koraj (personajes bíblicos ricos pero poco honestos) Ajitofel, Efron, incluso Guidón, Hamás (el malvado de Purím), Job (santo sufridor), Labán, Nobal, Og, Orpá, Vaizata, Jeroboam (el rey pecador), Jeremías (el profeta más pesimista) o Zebulún, todos ellos muchas veces protagonistas de frases del judeoespañol, como el que es “malo como Bilam”.

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