ÓPERA JUDAICA – Hilde Zadek nació en 1917 en Bromberg, localidad que terminó siendo la Poznan polaca al final de la Primera Guerra Mundial, lo que incitó a sus padres a mudarse a Stettin en 1920, donde Hilde pasó su juventud hasta 1934 cuando, por ser judía, se vió forzada a dejar Alemania y asentarse en el Mandato Británico de Palestina, donde trabajó como enfermera en Jerusalén y estudió canto. Sin embargo, en 1945 volvió a Europa, concretamente a Zurich para perfeccionar su canto con Ria Ginster. Debutó en 1947 con Aída en la Ópera Estatal de Viena, que fue su teatro durante los siguientes 20 años. Por entonces también apareció frecuentemente en el Festival de Salzburgo y luego en las óperas de Munich y la Estatal de Berlín, además de escenarios de Londres, París, Milán o Moscú. Después de recorrer otros importantes escenarios, empezó a dar clases en la Academia de Música de Viena, retirándose de la escena en 1971 hasta nuestro días, casi centenaria.
La escucharemos en el papel protagónico de “Fidelio”, la única ópera de Beethoven, acompañada de las voces de Anton Dermota, Otto von Rohr, Paul Schöffler, Hans Braun, Gerda Scheyrer y Alfred Poell, en una producción de la Opera Estatal de Viena dirigida por Ferdinand Leitner en el verano de 1960 durante un festival en la localidad austríaca de Bregenz