Findelmundología
LA PALABRA – Últimamente no ganamos para sustos: que si una pandemia global, que si una nevada histórica (Filomena en Madrid a principios de este año), que si el nacimiento y erupción de un volcán cuya lava arrasa con todo en la isla canaria de La Palma… ¿Serán señales de un inminente Apocalipsis? En alguna ocasión anterior repasaba la memoria de los “finales del mundo” que había vivido a lo largo de mi vida (1968, 1984, 2000, 2012), aunque éstos habían sido anunciados por visionarios, a diferencia de los actuales en boca de científicos especialistas: virólogos, meteorólogos y vulcanólogos, profesiones hasta ahora minoritarias pero que seguramente contarán en estos tiempos con cada vez más jóvenes interesados en dedicarse a la “findelmundología”.
En el cristianismo se conoce como Apocalipsis el libro de las revelaciones de San Juan en el Nuevo Testamento sobre el fin del mundo. También los judíos tienen en la Torá profetas que vaticinan finales catastróficos de la humanidad y el universo. En hebreo hay una expresión, Ajarit hayamím (literalmente, el fin de los días), que suele utilizarse para referirse a lo que ha de suceder cuando llegue el Mesías, aunque en ocasiones también alude a lo que sucede después de la muerte de cada persona. No es de extrañar que para los judíos, que creen en un inicio del tiempo en el Génesis, éste tenga su contrapartida en un punto final y no en un infinito, lo que los físicos modernos denominan Big Crunch en contraposición al Big Bang inicial. Aquellos que confían en la inconmensurable bondad divina quizás deberían recordar la destrucción provocada por el diluvio, o el regateo para salvar personas de Abraham cuando se le ordena sacar a su sobrino Lot de Sodoma y Gomorra. Con estos antecedentes, no deberíamos sobreentender que no se vuelva a usar las fuerzas naturales (como el agua y el fuego de los anteriores ejemplos) para dar carpetazo al mismísimo futuro.
Aunque el significado fisiológico de la escatología tiene que ver con los desechos corporales, en teología es el conjunto de creencias sobre las realidades últimas, el destino final de la humanidad y el universo. En el caso del judaísmo éstas están relacionadas con la llegada del Mesías y el concepto del Mundo venidero (Haolám habá). Aunque la llegada del primero anuncie el final de los tiempos y que los muertos vuelvan a la vida, no está asociado a señales catastróficas (apocalípticas en lenguaje actual), sino lo contrario: todo el pueblo de Israel vuelve a la Torá y a su tierra, se reconstruye el Templo, la nación vive de igual a igual entre las demás y es capaz de defenderse a sí misma, culminando así la era del odio, la guerra y el hambre, e imponiéndose la paz y la prosperidad en la Tierra.
Si es así, como decía aquella película, queremos Apocalypse Now!
Jorge Rozemblum
Director de Radio Sefarad