Fredy Hirsch, un madrij en Auschwitz

TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ – Tributo es un espacio para el homenaje, un espacio para contar historias de personas normales que no pudieron alcanzar sus sueños. El odio, la discriminación y el antisemitismo destruyeron sus vidas en la Shoá.  Cada una de ellas tenía un mundo,  que hoy quiero dar a conocer. 

Les presento a Fredy Hirsch, un joven que nació en Alemania en 1916, en la ciudad de Aquisgrán. Asistió desde muy joven a escuelas deportivas y fue un madrij de Macabi Tzair. Deportado a Terezin y luego a Auschwitz dedicará su días a educar y transmitir valores humanos, a un grupo de niños del “campo familiar” de Auschwitz. Una historia entrañable, que duele, pero que todos merecemos conocer. Como dice la canción de la sintonía “Lirhot et hahor”, “ver la luz”, Fredy se llena de luz con nuestro recuerdo.

Cecilia Levit

 

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