FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guion: Diana Morgan. Reparto: Loretta Parry, Philip Needs, John Gregson, Sybil Thorndike, Finlay Currie, Derek Sydney, Miriam Karlin, Arnold Diamond, Kathleen Byron, Barry Keegan, Martin Lawrence, Barbara Hicks. Premios: Globo de Oro: Mejor película para promover el entendimiento internacional
Michael O’Malley corre hacía su sacerdote para informarle con lágrimas en los ojos que ha matado accidentalmente a su amiga más cercana, Rachel Mathias. La historia es narrada utilizando flashbacks mientras Michael relata su amistad. Cómo se hicieron amigos cuando Rachel era intimidada en el colegio, y cómo rápidamente se convirtieron en los mejores amigos. Los niños deciden convertirse en “hermanos de sangre” y emprenden una aventura juntos, con la ilusión de visitar a la reina en Londres. En su camino son recogidos por una anciana que amablemente los lleva a su casa a tomar el té mientras les convence que ella es una princesa y vive en una mansión que pertenece a la reina que está de viaje. El ingenioso engaño funciona a la perfección y los niños disfrutan de la visita.
Michael y Rachel son conscientes de que van a la iglesia en días distintos y que sus religiones son diferentes, pero el tema no les importa demasiado, hasta que un día un compañero de clase bastante desagradable le comenta a Michael de una forma bastante ruda que Rachel es judía y que “los judíos mataron a Cristo”. Michael indignado se enfrenta a Rachel y le pregunta: “¿por qué has matado a Cristo”. Rachel sorprendida lo niega: “yo no lo maté, ni siquiera lo conozco”. Michael y Rachel llegan a la conclusión de que Dios está enojado con ellos por su amistad y no creen que llegue a perdonarlos, por lo que deciden ir juntos a la Iglesia y a la sinagoga para comprobar si Dios está enfadado con ellos (totalmente convencidos de que seguramente morirán si él no quiere que vayan juntos). Michael se cuela en la sinagoga con Rachel el sábado y se siente desconcertado e intimidado por la ceremonia, pero finalmente llega a gustarle cuando un rabino amablemente le muestra un pasaje de la Torá que habla del amor de Dios. Al día siguiente, Rachel va con Michael a su iglesia y también llega a sentirse cómoda en la ceremonia religiosa.
Una vez que llegan a la conclusión de que su amistad es aceptable a los ojos de Dios, deciden emprender otra aventura juntos, esta vez su intención es llegar a África utilizando una balsa inflable a través del rio Támesis. Debido a una fuerte corriente la balsa zozobra y finalmente Rachel cae al rio, Michael no puede rescatarla y finalmente recibe ayuda de la gente que ha presenciado el accidente y llaman a una ambulancia. Raquel es rescatada inconsciente de las aguas del Támesis. En este punto la película vuelve al inicio y vemos a Michael desconsolado hablando con el sacerdote, quien consuela al niño y se ofrece a acompañarle a casa de Rachel para comprobar el estado de la niña. En la puerta se encuentran con el rabino quien les informa que Rachel está algo cansada pero que se encuentra bien. El sacerdote y el rabino, sabiendo que sus religiones tienen más semejanzas de las que creían, se despiden cálidamente.
Hand in Hand es una película dulce y encantadora. Es posible que algunos puedan considerarla demasiado sentimental. Pero para muchos estadounidenses que crecieron en los años 60 y 70, la película se convirtió en un hito cultural ya que encierra una lección sobre la tolerancia y el respeto a la diferencia y un mensaje de convivencia. El director Philip Leacock maneja con sensibilidad la historia y realiza un espléndido trabajo al capturar la forma peculiar en que los niños interactúan entre sí cuando los adultos no están presentes, y cómo las ideas de los adultos pueden, en ocasiones, crear profundos conflictos internos en la infancia.