DESDE CEMI – Antes de muchas de las charlas con destacados invitados, las participantes de las reuniones de CEMI (Consejo Español de Mujeres Israelitas) suelen compartir otros conocimientos, como los que Verónica Nehama ha impartido brevemente sobre la actriz Hedy Lamarr y la científica Lise Meitner.
Si un guionista hubiese imaginado una vida como la suya, nadie hubiese creído en un personaje como el de Hedy Lamarr (Viena, 9 de noviembre del 1914). La actriz a la que Google dedicó su doodle, coincidiendo con el 101 aniversario de su nacimiento, fue la primera en desnudarse en la historia del cine y la primera en interpretar un orgasmo en la gran pantalla. Pero además el buscador de Internet le recuerda por haber desarrollado la teoría del espectro ensanchado, el precursor del wifi.
Lise Meitner, por su parte, nació en Viena el 7 de noviembre de 1878 en el seno de una familia judia que se convirtió posteriormente al cristianismo. Su padre fue Philipp Meitner. Estudió en las universidades de Viena, donde ingresó en 1901 y se doctoró en 1907, y en Berlín donde ingresó para seguir las clases de Max Planck y permaneció junto a Otto Hahn en una investigación que duró más de treinta años, con quien descubrió el protactinio en 1918. Fue profesora en el Instituto de Kaiser Wilhelm y la Universidad de Berlín desde 1926 hasta 1933. En 1938 abandonó Alemania y se unió al personal de investigación atómica del Instituto de Manne Siegbahn en la (Universidad de Estocolmo), en donde estableció contacto con su sobrino, Otto Frisch. Con la contribución de Meitner, Otto Hahn y Fritz Strassmann produjeron el primer ejemplo de la fisión nuclear. En 1939 Hahn publicó sus resultados, pero fue Meitner quien explicó el fenómeno introduciendo el término de fisión nuclear, en un trabajo publicado en la revista Nature. Es conocida por su investigación sobre la teoría atómica y la radiactividad, sin embargo, a pesar de allanar con su descubrimiento de la obtención del punto de fisión el camino a Otto Hahn, premio Nobel de Química, nunca fue reconocida como coautora por ser mujer. Sin embargo, recibió el reconocimiento por sus contribuciones a la física en 1966, cuando le fue concedido el Premio Enrico Fermi en Estados Unidos.