Homenaje a Ferdinand Hiller: Konzertstück, Op 113

MÚSICA CLÁSICA – Pronto se cumplirán 130 años de la muerte de Ferdinand (von) Hiller, compositor, y director de orquesta nacido en 1811 en el seno de una acomodada familia judía de Frankfurt, hijo de un comerciante de telas que cambió su apellido del Hildesheim original. En próximos programas añadiremos otras obras de su creación. El joven Ferdinand estudió piano, violín y composición, y con sólo 10 años debutaba interpretando un concierto de Mozart, presentando su primera composición apenas dos años después. Por entonces visitó a la familia Mendelssohn (Félix era sólo un par de años mayor que él y quedó impresionado por él, pero especialmente por su hermana Fanny). La amistad se prolongó durante años y Hiller sucedió a Mendelssohn en 1843 al frente de la orquesta Gewandhaus de Leipzig. Entre 1825 y 27 estudió con Hummel en Weimar y a través suyo consiguió un mechón de pelo de Beethoven en su lecho de muerte. Por entonces también conoció a Schubert. Del 28 al 35 estuvo en París y luego en Italia. Allí conoció a Rossini quien le ayudó con su primera ópera, Romilda. Mientras, Mendelssohn le ayudó a estrenar su oratorio La destrucción de Jerusalén en 1840. En 1845 Schumann le dedicó su concierto para piano. Trabajó luego en Düsseldorf antes de fundar en 1850 el Conservatorio de Colonia, entre cuyos alumnos destacó Max Bruch, que compuso su famoso Kol Nidrei gracias a que Hiller le presentó al jazán berlinés Lichtenstein. En total compuso seis óperas, tres conciertos para piano, uno para violín, y mucha música de cámara, además de cuatro sinfonías. Escucharemos su Konzertstück, Opus 113, con Jerome Rose en el piano y Pierre Cao al frente de la orquesta de la radio de Luxemburgo

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