FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – La República Islámica de Irán de nuevo se encuentra en el centro de la atención en la guerra de proxies y asimétrica con Israel debido al ataque que sufrió en un edificio anexo al consulado iraní de Damasco, por lo que se barajan las posibles repercusiones al mantener también un rol tan activo en el apoyo a grupos que se mantienen en enfrentamiento contra los israelíes tanto desde Líbano, como Siria, Yemen y los territorios palestinos. Mientras tanto, las posibilidades de que el conflicto en Gaza pasen a una nueva fase se hacen cada vez más fuertes. Existe la posibilidad de que Israel lance un ataque contra Rafah que es el último bastión de Hamas en el enclave gazatí, pero también que se esté realizando un repliegue de tropas para afrontar las amenazas que, desde Teherán, puedan venir desde el norte.
Las posibilidades de que Israel cumpla cabalmente los dos objetivos planteados con la operación Espadas de Hierro podrían ser menores, ya que Hamas no quiere brindar un dato real de los secuestrados que tiene en su poder, el cual dice desconocer; pese a que tiene un control muy “estricto” de los muertos palestinos y de la situación humanitaria, lo cual podría señalar que, una vez más, está haciendo uso de la manipulación de la información y de la propaganda para sus propios objetivos. Por el otro lado, Israel debe tener claro cómo enfrentar los últimos vestigios de Hamas en Gaza, dejarlo inoperante y ceder el poder a un grupo que no mantenga las condiciones de conflicto actual. En cualquier caso, el rol de Irán en esto será fundamental y su control es necesario, por lo que, con el ataque contra el consulado, el propio Irán podría tener presente que, así como fue tan preciso el ataque, eventualmente podrían sufrir uno más grande que les afecte en otras áreas delicadas que los ponga un tiempo contra la lona con altos riesgos de sufrir incluso a lo interno de su territorio, por lo que buscaría rebajar un poco la tensión, concentrándola en otras partes donde puedan ser más efectivos.
Un tema adicional que merecerá su espacio propio es la acusación de la justicia argentina a Irán por su participación en el atentado contra la AMIA en 1994, que señala una vez más la participación iraní en temas de tensión e inestabilidad en diferentes partes del mundo conforme a una agenda geopolítica muy agresiva y disruptiva.