FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – La mediática presentación que Netanyahu hizo el pasado 30 de abril de la documentación que el servicio de inteligencia exterior Mossad extrajo de Irán, no sólo confirma el secreto a voces de sus intenciones de desarrollar la energía nuclear para fines no pacíficos, sino también la debilidad del régimen de los ayatolás frente a Israel, al menos en el terreno de la información. Todo ello, a escasos días para que el presidente estadounidense se pronuncie sobre la prolongación o no de su participación en el Acuerdo firmado en 2015. En una región tan volátil como el Oriente Medio actual, con una guerra civil que se desarrolla en Siria pero que enfrenta al universo musulmán consigo mismo, a veces es preferible optar por “desequilibrios favorables” que por un “equilibrio muy inestable”, capaz de entrar en combustión espontánea a la mínima. Tal parece ser el trasfondo de esta revelación y su espectacular puesta en escena.