FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – Los últimos días se han hecho nuevas manifestaciones contra el régimen de Irán, que cada vez es más impopular debido a la forma en la que las reprime por medio de uso de gases que pueden resultar tóxicos, y por el arresto y condena de protestantes. Se han dado apoyos a nivel internacional de grupos pro derechos humanos contra el régimen de Teherán, condenas desde foros de las Naciones Unidas y hasta manifestaciones durante el Mundial de Fútbol por parte de iraníes que posiblemente viven en el exilio, así como de los propios jugadores que se negaron a entonar el himno.
Irán tiene tres frentes en los que mantiene una lucha constante que pone en jaque las acciones del gobierno e incluso ponen en peligro la continuidad del liderazgo de los ultraconservadores:
- La indignación de las minorías que se sienten reprimidas, desplazadas e ignoradas por el gobierno.
- La lucha interna para reformar las bases legales y estructurales del estado, que llevan a una constante pelea política entre ultraconservadores, neoconservadores y reformistas.
- La presión internacional por sus políticas con alcances externos: proyecto nuclear, intercambios con Israel, tensiones con el mundo árabe, influencia en la Media Luna chiita, etc.
Finalmente, Irán se mantiene en buena posición de poder debido a las alianzas que han forjado con potencias emergentes como China y Rusia, así como también por la disposición de los países occidentales de mantener un canal de comunicación con el régimen, lo cual por supuesto ha aprovechado para correr las líneas rojas de vez en cuando. Ello no evita que, a pesar de que ganen músculo a nivel internacional, a nivel local tengan tantos problemas que les puedan llevar a un resquebrajamiento social, aunque todavía no se pueda hacer mención de una supuesta “primavera persa” como ya ha sido explicado en otras ocasiones.