PERFILES JUDEOESPAÑOLES – Isaac de Fonseca Aboab nació en Portugal en 1605 y falleció en Ámsterdam en 1693. Temiendo el peligro de la Inquisición, sus padres huyeron con la familia a San Juan de Luz, un pequeño pueblo en la frontera franco-española. Aquí parece haber muerto el padre, y su viuda, Isabel, que aún no se sentía segura, emigró en 1612 con su hijo a Ámsterdam, donde ya se habían establecido familiares de su marido, donde Isaac estudió bajo la dirección del jajám Isaac Uzziel y progresó tanto que en 1619 ya ocupaba un cargo público. Cuando tenía veintiún años se convirtió en jajám de la comunidad. Cuando las tres congregaciones de Ámsterdam se unieron en 1639, Aboab fue confirmado en su puesto; pero su posición no pudo haber sido muy remunerativa, pues en 1642 aceptó un llamado a Pernambuco, Brasil, en ese momento en manos de los holandeses, donde no pudo quedarse mucho tiempo ya que, en 1649 estalló la guerra entre holandeses y portugueses por la posesión de Brasil, de la que estos últimos salieron victoriosos. Todos los judíos se vieron obligados a abandonar el país. Aboab regresó a Ámsterdam. Tal era la estima que se le tenía, que fue reelegido jajám. Sus deberes eran predicar tres veces al mes e impartir instrucción en el Talmud Torá, así como en la Academia Talmúdica establecida por los ricos hermanos De Pinto. Tradujo al hebreo las obras españolas de Alonso de Herrera sobre la kabalá. En su vejez fue un partidario secreto de Shabtai Tzví. Aboab fue el primer autor judío en América. De sus obras han aparecido las siguientes: “Parafrasis Comentada sobre el Pentateuco”; “Sermón en Memoria de Abraham Nuñez Bernal”; “Sermón Fúnebre en Memoria del Dr. Joseph Bueno”, etc.. Escribió en hebreo un relato de la guerra entre portugueses y holandeses en Brasil, y de los sufrimientos de los judíos allí.
Por su parte. Isaac Aboab es un personaje anterior, nacido en Toledo en 1433 y muerto en enero de 1493, alumno y sucesor de Isaac Campantón, y fue llamado “el último gaón de Castilla”. Después de que Fernando e Isabel emitieran el decreto de expulsión en 1492, él y otros treinta de los judíos más respetados del país fueron a Lisboa para negociar con el rey Juan II de Portugal por la acogida de sus correligionarios desterrados. A él y a sus compañeros se les permitió establecerse en condiciones favorables en Oporto. Murió pocos meses después de la expulsión. Su discípulo, el cronista y matemático Abraham Zacuto, pronunció su discurso fúnebre. Muchos de los discípulos de Aboab alcanzaron grandes distinciones. De sus obras han aparecido impresas las siguientes: “Nehar Pishon”, una colección de sermones, 1538; o “Un supercomentario al Pentateuco-Comentario de Najmanides”, 1525.