FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – Israel está pasando por un momento de mucha polarización en la opinión pública, la situación de la reforma judicial, las protestas y las diferencias políticas se suman a otros males que podrían ser factores de aprovechamiento por agentes externos de desequilibrio (en la imagen, manifestación con el cartel en hebreo y árabe: “ésta es la casa de todos nosotros”). Con las operaciones en territorios palestinos para golpear a grupos terroristas han crecido las intenciones de respuesta por parte de estas organizaciones para atacar a poblaciones civiles israelíes y a militares. El saldo de israelíes muertos en este 2023 es alto y la cifra de palestinos muertos también, principalmente en los territorios de Cisjordania, considerando que desde hace años no se daban tantas bajas en esta zona.
Organizaciones palestinas están aprovechando la coyuntura para despertar malestar y necesidad de apoyar la “resistencia” y acá quienes pueden sacar provecho son las que se oponen al liderazgo de Abbas, como Hamas, la Yihad Islámica y la reciente creada pero muy mediática organización “Guarida de los leones” (Arin Al – Usud), quienes quieren lanzar una nueva intifada y sacudir las bases tanto de los líderes palestinos como socavar la nueva realidad de Oriente Medio de Israel y sus vecinos.
¿Qué elementos pueden aprovechar para hacer esto?
- La polarización política israelí por la reforma judicial, por la respuesta a las protestas, etc.
- Las acciones de colonos en las regiones de Judea y Samaria (Cisjordania) donde el incendio de casas, automóviles y la agresión de ciudadanos se complementa con la respuesta un tanto tibia de las autoridades israelíes e incluso “justificando” de alguna manera la forma en la que ellos actuaron, tomando la justicia por sus propias manos.
La propuesta de sancionar a quienes se financien del terrorismo o la pena de muerte propuestas podrían no ser disuasorios y esto podría traer una cola enorme de tensiones y enfrentamientos, con el Ramadán a la vuelta de la esquina que podría caldear aun más los ánimos e impulsar finalmente una revuelta popular, lo cual no es un hecho, pero se debe tomar las medidas para evitarlo.