Jodensavanne, sefardíes a Surinam

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – Surinam, la Guayana propiedad de la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales, forma parte de “la costa salvaje” (De Wilde Kust). Ubicada en la costa norte de América del Sur, vio florecer una interesante comunidad sefardí, similar a las otras congregaciones que se establecieron en el Caribe, como Curaçao, Jamaica, las Antillas Danesas, etc. Los holandeses tomaron estos territorios desde 1600, ya que los españoles nunca tomaron posesión de ellos, a pesar de reclamarlos como suyos. Los holandeses que venían de Zelanda establecieron puestos de comercio de “trueque” a lo largo de los ríos Pomarón, Esequibo, Berbice y otros de Surinam. La comunidad judía de Surinam es una de las más antiguas existente en las Américas. La llegada de los judíos allí data del siglo XVII (1630), siendo Jodensavanne (holandés, “Joodse Savanna”) el nombre que se dio al asentamiento judío que se encuentra en el Distrito de Pará, a 50 km al sur de la capital de Surinam, Paramaribo. En 1650 arribó un segundo grupo con el británico Lord Francis Willoughby de Parham, Gobernador General de las Indias Occidentales, que los invitó a radicarse para fortalecer la economía, basada en principio por las plantaciones de caña de azúcar (principal fuente económica de entonces en el Caribe). Un tercer grupo llegó en 1664 con una cantidad importante de 200 sefardíes, después de su expulsión de Brasil y la Guayana francesa, en este caso liderados por David Cohen Nassy (Cristovão de Távora ​o José Nunes da Fonseca) y Paulo Jacomo Pinto. 

La comunidad judía adquirió gran importancia con el trabajo en las plantaciones de caña de azúcar. Para 1665 los judíos obtuvieron importantes privilegios de parte del gobierno colonial: se les dio la libertad de practicar su religión (el permiso para construir una sinagoga), la libertad de propiedad, una propia jurisdicción, colegio, y el derecho de tener un ejército privado. Se funda la Congregación Beracha ve Shalom (“Bendiciones y Paz”), la tercera sinagoga más antigua en América del Sur y la primera sinagoga (de madera) en la comunidad, que se construyó entre 1665 y 1671 en Cassipora. La segunda, construida en 1685, ya lo fue de ladrillo importado. El más antiguo cementerio judío conocido en Surinam y en el hemisferio occidental se encuentra escondido en la selva, a 5 kilómetros al sur de Jodensavanne. Cuenta con alrededor 216 lápidas (siendo más de 400 entierros los que ya se han descubierto). La lápida más antigua se remonta a 1666. La población de Jodensavanne disminuyó durante la segunda mitad del siglo XVIII. La mayoría de su población se trasladó a la capital, Paramaribo. La colonia fue destruida -incendiada- en 1832 por una revuelta de esclavos. Más de un siglo después, durante la Segunda Guerra Mundial, Jodensavanne sirvió como campo para prisioneros políticos. 

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