Judíos italianos: harina de otro costal
KOLOT: VOCES DE AYER Y DE HOY – Según algunos historiadores, los primeros judíos que llegaron a la península itálica fueron los embajadores de Judas Macabeo ante Roma: Jasón, hijo de Eleazar, y Eupolemus, hijo de Juan. Sin embargo, ya en el período de la República de Roma, vivían en la ciudad muchos judíos que solían hablar griego y eran muy pobras, algunos incluso esclavos. De allí que su origen y rituales no sean ni sefardíes ni ashkenazíes, como queda en evidencia en las músicas, la mayoría de inspiración barroca. Con el establecimiento del cristianismo como religión oficial del imperio romano, la posición de los judíos se vio aún más debilitada. Durante la Alta Edad Media florecieron otras comunidades en las ciudades de la península. A finales de la Edad Media, coincidiendo con los problemas de los judíos en la península ibérica, la iglesia relajó temporalmente alguna de las medidas antijudías, lo que propició la inmigración de sefardíes de tierras hispanas, especialmente hacia el reino de Nápoles, de donde no tardarían en ser expulsados para verse confinados en guetos como el de Venecia, que daría nombre a esta forma de discriminación.