FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD – Al comienzo del documental, su directora Matilde Michanie dice: “El judaísmo no es proselitista, no busca adeptos”. El documental realiza un recorrido por el largo y difícil camino de la conversión al judaísmo a través de una serie de testimonios que nos permiten descubrir paulatinamente las historias individuales que se encuentran detrás de los entrevistados. Cada una de las experiencias y las motivaciones son diferentes. Hombres, mujeres, jóvenes de distinta edad y condición social que buscan una dimensión espiritual, unos en compañía, otros en soledad, en diferentes países, pero siempre con la misma determinación.
Silvia vivirá su experiencia profundamente, adentrándose en la ortodoxia judía. Adar, sin ninguna ascendencia judía, hablará en Israel de sus once años en proceso de conversión. También las parejas, como Josef y Batia en Israel, o Marcelo y Lorena en Buenos Aires, que basan en valores bíblicos su búsqueda espiritual. El documental también nos muestra las diferentes reacciones dentro de las comunidades judías y la aceptación o rechazo de los conversos y a representantes de movimientos ortodoxos, masortís o reformistas que coinciden en sus definiciones de considerar judío sólo al hijo de madre judía.
Pasando por una breve alusión a la inmigración judía a la Argentina entre 1880 y 1930, al crecimiento de los matrimonios mixtos, se menciona el edicto emitido en 1927 por el rabino Shaul Setton que prohibía las conversiones en Argentina “hasta la eternidad”, prohibición que algunos ortodoxos consideran válida hasta el día de hoy.
A los testimonios se suman fotografías de época y fragmentos de la Torá. Estilos de vida, modos de espiritualidad, ratificaciones por tribunales rabínicos, circuncisiones, baños rituales…, todo basado en una cuidadosa investigación. Un proceso que culmina con la aceptación de las seiscientas trece leyes (mitzvot), de que el judaísmo es un estilo de vida y la Torá, como comenta uno de los rabinos entrevistados, “algo que engloba el concepto de que, lo que no se quiera para uno, no lo hagas a tu prójimo”.
Michanie construye un documental coral, con múltiples voces que exponen en Argentina y en Israel sus experiencias y sus motivaciones para “convertirse”. No es una decisión fácil ni un camino sencillo, como bien explican desde los protagonistas hasta un rabino. La diversidad de testimonios le da al film una mirada panorámica de alcance sociológico y apasionante por las historias y anécdotas que nos permite conocer de primera mano.