“Julia” (1977), de Fred Zinnemann (EE.UU.)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –

Guion : Alvin Sargent, basado en un relato de Lillian Hellmann. Reparto: Jane Fonda, Jason Robards, Vanessa Redgrave, Meryl Streep, Maximilian Schell, Hal Holbrook, Dora Doll, Rosemary Murphy. Premios: Oscar Mejor Actor Secundario Jason Robards; Mejor Actriz Secundaria, Vanessa Redgrave; Mejor Guión Adaptado. Bafta Mejor Actriz, Jane Fonda; Mejor Fotografía; Mejor Película. Globos de Oro, Mejor Actriz Protagonista, Jane Fonda; Mejor Actriz Secundaria, Vanessa Reedgrave.

La escritora norteamericana de origen judío Lillian Hellmann escribió en 1973 un relato autobiográfico titulado “Pentimento”. Uno de sus capítulos se convirtió en la base argumental para la historia que nos cuenta el gran director austríaco Fred Zinnemann en “Julia”.
Protagonizada por Jane Fonda en el papel de Lillian Hellman y Vanessa Redgrave en el de su íntima amiga Julia, la película es una historia de amor fraternal en los convulsos tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Dos amigas de la infancia a las que la vida llevará por caminos diferentes: Lillian se convierte en una escritora de éxito, mientras que Julia va a estudiar a Viena con Freud y acabará colaborando con un movimiento antinazi clandestino en los años anteriores al estallido de la guerra.
Cuando Lillian viaja a Europa invitada a participar en un festival de teatro ruso, recibe en París la visita de un amigo de Julia que le transmite una petición: transportar 50.000 dólares que servirán para comprar la libertad de decenas de judíos y prisioneros políticos. El riesgo es evidente y mucho más teniendo en cuenta que Lillian es judía.
Fred Zinnemann manifestaba sobre la película: “Me interesaba mucho mostrar los orígenes del nazismo. Yo mismo fui testigo en Viena, mi ciudad natal, de cómo comenzó todo aquello. Estudiaba en el Liceo y siempre pensé que la gente, en aquellos primeros años, subestimaba a Adolf Hitler, a quien consideraban una especie de payaso. Un día, un compañero de clase llegó con una cruz gamada en el brazo. Le increpé y discutimos. Seis meses después nos peleamos y un año más tarde tiraban a la gente por las ventanas de la Universidad”.
Julia es un viaje en busca del tiempo perdido, una búsqueda de la amiga de la infancia o de la infancia misma. Y es también un modelo ético a seguir en tiempos oscuros, una prueba de hasta dónde se es capaz de ser lo suficientemente valiente como para hacer lo correcto.
Lillian Hellman, famosa también por su relación con el escritor Dashiel Hammet, colaboró en el guión junto a Zinnemann y Alvin Sargent, y fue ella la que impuso a la actriz Vanessa Redgrave para interpretar a su amiga Julia.
Después de casi cuarenta años, Julia sigue siendo una bellísima historia sobre la amistad. Partiendo de la edad adulta, mientras se muestra de espaldas pescando en una barca, a solas con su testarudez, Lillian Hellman recuerda cómo conoció a su amiga Julia, una joven de familia acaudalada que dejó una huella imborrable en su adolescencia con la mirada nostálgica de quien se embarca en la búsqueda del tiempo perdido. Basada en hechos reales, esta historia es la travesía vital de una judía que pudo ver desde dentro cómo funcionaban las cosas en los años previos a la guerra.
La película consta de tres partes. La primera y más breve, cuenta la amistad entre Lillian y Julia. Desde este momento es evidente la admiración de Lillian hacia su amiga, lo que le dará las fuerzas necesarias para hacer lo imposible por satisfacerla. La segunda parte, se centra en el desarrollo de esa amistad desde la distancia: Julia se ha ido a estudiar al extranjero y Lillian intenta seguirle la pista, aunque en ocasiones sus cartas parecen no llegar a su destino. Por último, la tercera parte, se convierte en un relato de suspense en toda regla: es el viaje que hace Lillian en tren hacia Moscú, con trasbordo en Berlín cumpliendo con un encargo de su amiga que consiste en transportar 50.000 dólares destinados a comprar la libertad de una gran cantidad de judíos. A lo largo de este viaje Lillian demuestra su valentía y, sobre todo, su fidelidad hacia Julia.
Julia es una auténtica obra maestra, merecedora de múltiples premios, una reliquia para la que no pasa el tiempo, con claras imágenes de una realidad, la de los años veinte y treinta, que de alguna manera nos preparan para la oscuridad que está a punto de llegar.

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