“Keter. El éxtasis de la eternidad”, con su autor Mario J. Saban
SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – “El misticismo reconoce la realidad tal y como es y la acepta, lo que no acepta son las propias limitaciones de nuestra alma porque sabe que, por su naturaleza, el alma puede percibir niveles superiores de luz” Mario Javier Saban nos presenta su nuevo libro Keter. El éxtasis de la eternidad de contundente y esclarecedor subtítulo El poder de la Emuná desde la cábala
¿Podemos entrenar el alma? le preguntamos: “Tenemos que entrenar el alma…o volveremos a Caín y Abel” nos responde precisamente en estos tiempos terribles tras la masacre del 7 de octubre en Israel. “Fue el mal absoluto: cuando alguien mata en nombre de Dios en realidad está matando a Dios, manipulando el nombre divino para la guerra”. “La única forma de frenar la violencia es la espiritualidad, la educación, la formación tiene que ver con el amor al prójimo, algo que no llega a todas las culturas”, afirma.
Tenemos que, asegura Saban, “terminar con los conflictos interiores para acabar con los exteriores. Aumentar el nivel de consciencia. A través de nuestro esfuerzo nos podemos elevar, y traer la luz al mundo”. “Si la especie humana quiere ser merecedora de la luz divina , tiene que trabajar su nivel de conciencia, su espiritualidad. Y nos recuerda “Israel es luz para las Naciones”
Ed. Kairós. Con un conocimiento impecable de la tradición, años de práctica de la cábala y gran capacidad de comunicación, Mario Javier Saban revela en Keter el entrenamiento que el alma debe llevar a cabo para alcanzar sus máximos niveles de consciencia y el éxtasis místico.
Sin dogmas religiosos ni estructuras de consuelo infantil, el alma que alcanza la adultez espiritual puede adquirir el nivel de luz que necesita para revelar todo su potencial. Se puede vivir dentro de esta existencia finita espacio-temporal el éxtasis de la «Vida eterna».
Esta es, por tanto, una obra clave para alcanzar lo que a muchos les parece inalcanzable: sentir la energía infinita de Dios en nuestro interior.