La 8ª, la Sinfonía de los Mil, dirigida por Simon Rattle

MAHLER: EL COMPOSITOR NACIONALISTA DE LA ASIMILACIÓN – La Sinfonía n.º 8 en mi bemol mayor de Gustav Mahler es una de las obras sinfónicas corales de mayor envergadura del repertorio clásico. Debido a que requiere una enorme cantidad de instrumentistas y cantantes, con frecuencia se la denomina «Sinfonía de los mil», aunque la obra a menudo se interpreta con menos de mil intérpretes y el propio Mahler no aprobó dicho sobrenombre. La pieza fue compuesta en un único periodo de inspiración, en el verano de 1906. Fue la última obra que Mahler estrenó en vida y contó con un gran éxito de crítica y público cuando la dirigió en el estreno absoluto en Múnich, el 12 de septiembre de 1910. La fusión de canción y sinfonía había sido una característica de las primeras obras de Mahler. En su período de composición a partir de 1901, un cambio de rumbo lo llevó a producir tres sinfonías puramente instrumentales –de la quinta a la séptima, pero esta Octava señala inicio de una nueva época, con una estructura no convencional en dos partes: la primera basada en el texto latino de un himno cristiano del siglo IX y la segunda un arreglo de las palabras de la escena final del Fausto de Goethe. En el período tras la muerte del compositor, las interpretaciones fueron relativamente poco comunes. Sin embargo, desde la mitad del siglo XX en adelante, la sinfonía ha sido programada con regularidad en todo el mundo y se ha grabado en muchas ocasiones. La oiremos en la interpretación de la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham, dirigida por Simon Rattle, a la que se suman el coro adulto y el juvenil, además del coro sinfónico de Londres y el infantil de Toronto. Las voces solistas corresponden a David Wilson-Johnson, John Relyea, Birgit RemmertJane Henschel, Christine BrewerJuliane BanseSoile Isokoski y Jon Villars.

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