Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

‎1 Heshvan 5785 | ‎02/11/2024

Scroll to top

Top

“La aldea perdida” de Max Gross

“La aldea perdida” de Max Gross

SHOÁ AHORA – Ganadora del National Jewish Book Award,  La aldea perdida de Max Gross -primera incursión en la novela de este autor- es una “humilde obra maestra”. Un texto lúcido, ágil, hábil,  divertidamente cáustico que nos sitúa en un shtetl que ha sobrevivido intacto a la Shoá, a las tragedias del siglo XX…pero no al antisemitismo, la memoria y la culpa reprimidas  y las disfunciones de nuestra sociedad actual. Su editor Lucas Villavecchia, nos presenta este libro -“de giros surrealistas, de casi “realismo mágico judío”– para reír y reflexionar.

Gatopardo Ediciones. La aldea perdida ¿Y si una aldea perdida en los bosques de Polonia hubiese escapado milagrosamente a los horrores del siglo XX? Partiendo de esta brillante premisa, Max Gross ha urdido una ficción especulativa en la estela del mejor humor judío, un cruce entre Woody Allen, Michael Chabon y La vida es bella por el que obtuvo el National Jewish Book Award.

Los habitantes de Kreskol, un shtetl o aldea judía, llevan más de cien años felizmente aislados del mundo: desconocen el Holocausto y la Guerra Fría, e inventos modernos como el automóvil, el smartphone o el saneamiento. Hasta que una disputa matrimonial los obliga a entrar bruscamente en el siglo XXI. Una mañana, tras un amargo divorcio, la joven Pesha Lindauer desaparece sin dejar rastro. Alarmados, los rabinos encargan a Yankel Lewinkopf, el tonto del pueblo, que se aventure al exterior para alertar a las autoridades.

En su periplo, Yankel descubre la belleza y el espanto de la vida moderna. Incapaces de creer su relato, los polacos lo toman por loco y lo ingresan en un centro psiquiátrico. Cuando, finalmente, se compruebe que dice la verdad, acaparará la atención de todos los medios. El encuentro entre ambos mundos tendrá consecuencias dramáticas (y a menudo cómicas) para los habitantes del shtetl, que deberán afrontar los oscuros orígenes de su aislamiento y decidir si desean subirse o no al tren de la Historia.