“La cacatúa verde” de Arthur Schnitzler, con Juan Antonio Hormigón

SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – “En una taberna de París llamada “La cacatúa verde”, un grupo de actores improvisa escenas de delitos y crímenes para diversión de los espectadores aristócratas. Uno se presenta como ratero, otro como incendiario de una casa, un tercero acaba de cometer un asesinato. El tabernero Prospère se burla de los nobles invitados, los recibe con insultos e incluso les desea que sean pronto ajusticiados por el pueblo airado. Es la víspera del 14 de julio de 1789, día de la toma de la Bastilla, y no está claro si sus palabras son una broma o si realmente desea lo que dice. Hasta que la ilusión y la verdad sangrienta se confundan”...en La cacatúa verde.
Juan Antonio Hormigón ,Secretario General de la Asociación de Directores de Escena, responsable de esta edición de la obra de Schnitzler -con traducción de Feliu Formosa y prólogo de Josep María Carandell- comenta que ante Schnitzler “siempre pienso en Lubitsch”, heredero del grupo de intelectuales vieneses fineseculares al que pertenece el autor de esta obra con aroma a La Tempestad de Shakespeare y a Freud, humorística, cínica, irónica, grotesca y decadente…como la monarquía absolutista francesa o el Imperio Austrohúngaro.

El narrador y dramaturgo judeoaustríaco Arthur Schnitzler (Viena, 1862-1931), estrenó en 1899 esta “farsa grotesca en un acto”, una de sus obras más conocidas, en la que el juego entre la realidad histórica y el teatro dentro del teatro deja traslucir también la miserable y decadente condición de la crepuscular sociedad de su época.

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