“La cámara oscura” (2007), de Maria Victoria Menis (Argentina – Francia)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –

“La cámara oscura” es la cuarta película de Victoria Menis. Este relato circular está basado en un cuento homónimo de Angélica Gorodischer, que Menis recrea con un excelente trabajo de arte, fotografía y actuación. La historia, que transcurre entre 1892 y 1929, reflexiona sobre la belleza, la fealdad y la subjetividad. Pero esa subjetividad no es sólo la que habla a través de un contexto social y político, sino que es también la subjetividad de la mirada.

Es la historia de Gertrudis (Mirta Bogdasarian), que nace en la rampa del barco que transporta a su familia que llega huyendo de los pogromos de la Rusia Zarista a Buenos Aires a finales del siglo XIX. Su madre (Silvina Bosco), esperaba un hijo varón pero nace una niña y además poco agraciada. Este estigma la perseguirá durante casi toda su vida, hasta el punto de querer escabullirse constantemente de la mirada de los demás. Con la familia ya instalada, Gertrudis crece como una sombra, siempre ocultándose y vestida de negro, color que nunca la abandonará. Se mueve como tratando de pasar inadvertida, tal como le enseñó su madre. Un día, un hombre llega a la casa para pedir la mano de Gertrudis: es León, quien había quedado viudo luego de un matrimonio escandaloso, su anterior mujer era señalada en el pueblo por sus aventuras y conquistas. Este matrimonio malogrado por los celos lo lleva a buscar una mujer diferente, imperceptible. Luego de un salto temporal, la protagonista es madre de cuatro hijos ya bastante grandes. Pero ella sigue igual, cumple el mismo rol que en la casa de sus padres. Su marido es la figura que sobresale en la casa y es admirado por sus hijos.

Como un lujo de la época y como un gesto casi hedonista, León contrata a un fotógrafo francés para que retrate a la familia completa. Jean Baptiste llega a la casa, se hospeda allí un par de días y comienza a fotografiar a todos. Gertrudis, por supuesto, se niega a salir en las fotos y se esconde, mientras León y sus hijos posan orgullosos.

Pero a pesar del esfuerzo de la familia por lucir elegantes y felices, quien cautiva realmente la mirada de Jean Baptiste es Gertrudis. La mira de una manera diferente, la observa. Antes de viajar a Argentina, había fotografiado la guerra y esas escenas tan desgarradoras habían cambiado por completo su modo de ver.

Cabe destacar una excelente reconstrucción de época, desde la llegada de los inmigrantes al puerto de Buenos Aires hasta la vida en la granja.  Excelente fotografía de Marcelo Iaccarino, con un estupendo juego de colores que muestra la belleza y dureza de la vida en el campo, y con un protagonismo buscado de planos largos y estáticos. Un elenco bien seleccionado por su gran nivel, donde Mirta Bogdasarian despunta en su interpretación de una personalidad difícil y compleja, sobre cuyas espaldas recae todo el peso de la historia, apoyada con pocos diálogos, pero a la que el trabajo de dirección de Menis le permite comunicarse hablando con elocuentes silencios y gestos sutiles, lo que nos permite descubrir a una actriz sensible y expresiva.

“La cámara oscura” es una sorprendente reflexión sobre la subjetividad de la mirada humana y sobre el concepto de belleza que hay en cada época. Menis construye un entramado audiovisual gracias a la fotografía, la dirección de arte de Marcela Bazzano, el sonido de Martín Grignaschi, la edición de Alejandro Brodersohn y la música de Marcelo Moguilevsky, lleno de climas y atmósferas, detalles y observaciones que recrean el mundo interior de la protagonista y acompañan a la evolución y desenlace de la trama.

La minuciosa reconstrucción de época recrea con gran precisión el histórico de la inmigración masiva de judíos a la Argentina a finales del XIX formada, principalmente por judíos polacos, ucranianos y, sobre todo, rusos (como la familia de Gertudris) que escapaban de los pogromos incentivados por el zarismo. Fueron los que dieron origen a la mítica figura de los gauchos judíos que, como sus antecesores bíblicos, volvieron a labrar la tierra en las colonias agrícolas fundadas en la Argentina por el Barón Maurice de Hirsch. El gran protagonista de esta etapa fue el proyecto colonizador que diseñó este filántropo judío alemán –la Jewish Colonization Association (J.C.A.)– para ofrecer un hogar seguro a aquellos judíos cuyas libertades eran suprimidas en sus países de origen.

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