“La condena” y “El fogonero” de Franz Kafka, con Luis Fernando Moreno Claros

SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – Son los últimos meses de 1912, Franz Kafka acaba de conocer a la que sería su prometida Felice Bauer y escribe en trance, de un tirón -“así es como hay que escribir=, diría- La Condena, en absoluta conexión con La transformación -atención a lo que nos cuenta sobre La transformación-La metamorfosis el traductor y autor del epílogo Luis F. Moreno Claros- el libro máximo que recoge las obsesiones de un Kafka culpable por ser el hijo que decepciona al padre, el rechazado, el castigado…como el protagonista de El fogonero “el menos kafkiano de los relatos de Kafka”, apunta Moreno- que incorpora, esta vez desde el naturalismo, otros temas propios del autor como la lucha contra el poder que se adivina injusto con el inocente.

Ed. Acantilado
Los dos relatos que hoy presentamos se gestaron a finales de 1912, uno de los períodos más productivos de la vida de Kafka, durante el cual compuso además La transformación. Su editor Kurt Wolff le propuso publicarlos en un volumen que debería haberse titulado «Los hijos», puesto que entre los tres relatos existía, según le había confesado Kafka, «un evidente nexo secreto». En La condena, Georg Bendemann, un joven comerciante, comunica a su anciano padre que acaba de prometerse, pero el encuentro se transforma en una pesadilla repleta de reproches. El fogonero—primer capítulo de la novela El desaparecido, publicada póstumamente—trata las peripecias de Karl Roßmann a bordo del transatlántico que lo conduce a Nueva York, adonde lo han enviado sus padres, tras un escándalo, en busca de fortuna.

Scroll al inicio