POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – No era hermosa, pero logró que muchas otras mujeres sí lo fueran. Chaja Rubinstein, emprendedora, visionaria, engañó al destino que la esperaba como hija de una familia humilde cracoviana -luego maquillaría estos orígenes en su biografía, nos cuenta Elzbieta Bortkiewicz- para convertirse en la emperatriz de la belleza.
Una noble de la elegancia que nunca olvidó a los suyos – fue activa en la ayuda a los judíos europeos durante la Shoá, Jozef Wittlin y su hija Elisabeth son buen ejemplo de eso- y proporcionó empleo a miles de mujeres. La Helena Rubinstein Foundation es otro de sus grandes logros. Amiga del lujo y de personajes como Dali y Picasso, coleccionista de arte, Helena fue ,por encima de todo, la mujer que nos convenció de la importancia de la belleza.