La escultora Alina Szapocznikow y el dolor de la Shoá
POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – Volvemos al mundo del arte, hablándoles de Alina Szapocznikow a quién seguramente muchos no conocerán…pero sí “su obra que forma parte, nos dice Elzbieta Bortkiewicz, del patrimonio cultural universal”.
De familia asimilada, “hija única de una familia bien”, nos cuenta Elzbieta cuando llegó la guerra Alina y los suyos fueron enviados a diferentes guetos. Pasó por Auschwitz y Bergen Belsen junto a su madre. En Terezin la encontró el final de la guerra, decidiendo quedarse en Praga como eslovaca. “Alina trataba de olvidar su pasado, centrada en reconstruir su vida”. Al poco tiempo supo que su madre había sobrevivido al Holocausto.
Tras su paso por París, Alina Szapocznikow volvió a una Polonia dominada por el estalinismo también en lo artístico. Tras del deshielo que provocó la muerte de Stalin, la artista al fin pudo empezar a realizar las esculturas que quería, que la explicaban, que eran ella: esas que hablaban de su pasado, de su enfermedad, un cáncer contra el que lucho durante muchos años ,también de la Shoá….
Murió muy joven, a los 47 años: “Quiero que recordéis que cada hoja que vemos volar en el aire, cada basura que se puede tocar, cada sabor o cada olor, o el susurro del viento, es más importante que todas las obras del arte y todos los éxitos artísticos”