La esponja, la fregona, el buñuelo (y hei-lamed-mem)
HEBREO VIVO AL HABLA, CON RUBÉN FREIDKES – Cercanos a la fiesta de Janucá, analizamos de la curiosa relación lingüística que existe entre las palabras esponja, fregona y la tan sabrosa y añorada sufganiá (el buñuelo típico de esta celebración). Por empezar las tres provienen de la palabra griega spongos, semejante a la esponja española. A través de un cambio de sonido de letras en el que la p se transforma en f nace la sufganiá, que recibe su nombre por el hecho de que el aceite es absorbido después de ser frito, como si de una esponja (sfog en hebreo) se tratase. Finalmente mencionar que la relación entre Januca y la sufganiá se establece a través del uso del aceite, ya que la sufganiá debe ser frita, y el aceite es uno de los símbolos en la celebración de la fiesta de las luces. Por otra parte, la esponja española en su momento dio origen a la palabra spónja (pronúnciese la j como en James en inglés) que a través del judeoespañol se introdujo al hebreo moderno. Curiosamente, se llama así al acto de limpiar el piso con un trapo húmedo: en Israel se dice “asíti spónja haiom” para decir que hoy me ha tocado pasar la fregona.
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