EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS – Primer “live” presencial desde el Grand Palais Efímero, para la presentación de la muestra de “Anselm Kiefer Para Paul Celan” y luego completado en el Hotel Lutetia (al que dedicamos un programa) en la orilla izquierda de París, este Micrófono, es muy especial, pensado en este formato de viaje para festejar el fin de un año complicado y esperar esperanzados el 2022. Dos palabras sobre Anselm Kiefer, que hoy presenta su muestra: nació el 8 de marzo de 1945 en Alemania, tiene nacionalidad austríaca y alemana. Educado en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, fue alumno de Joseph Beuys y pertenece al neoexpresionismo y a la pintura del paisaje y el arte abstracto. Miembro de importantes academias de arte y muy premiado, Oso de Berlín (2011), es uno de los artistas alemanes posteriores a la Segunda Guerra Mundial más conocidos, pero también de los más controvertidos. Destacado sobre todo por sus pinturas matéricas, afronta el pasado y toca temas tabú de la historia reciente alemana, sobre todo del nazismo. Para pintar el cuadro Margarethe, por ejemplo, se inspiró en uno de los poemas más famosos de Paul Celan, Todesfuge, escrito a partir de su experiencia en los campos de concentración. Inicialmente Kiefer basó su estilo en la obra de Georg Baselitz, trabajando gruesas capas de color con fuego o ácidos y combinándolas con vidrio, madera o elementos vegetales. Fusiona la pintura, la escultura y la fotografía, mediante técnicas como el collage o el assemblage, con una pincelada violenta y mezclando materiales como el alquitrán, plomo, alambre, paja, yeso, barro, ceniza o polvo, o flores y plantas. También utiliza materiales de desecho, incluso armamento militar, como en El orden de los ángeles (1983) y Tumba en los aires (1986). Durante los años 70 se interesó especialmente por la mitología alemana, y en la década siguiente por el misticismo judío, la kabalá. Es muy característica en su obra la presencia de letras, siglas, nombres de personas, figuras míticas o lugares con una fuerte carga histórica. Desde 1993 Kiefer vive y trabaja en Barjac, un pequeño pueblo francés, cerca de Aviñón, donde ha creado un laboratorio artístico que le permite conjugar ideas y materiales, transformándolos en nuevas experiencias artísticas.
Le acompañan las fotos de Julio Serrano en la exposición y el Lutetia, y la música de Kurt Weill (Tres canciones con textos de Bertold Brecht, de las cuales se escucha la primera, la de Polly, de La ópera de tres peniques, de 1928). Cuídense mucho para cuidar a los demás. Lejáim!
Alicia Perris
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