EL INVITADO DEL CENTRO SEFARAD-ISRAEL – Con la cooperación de la familia Fuentes, Centro Sefarad-Israel acoge Tánger, Antonio Fuentes y sus amigos sefardíes, una exposición del pintor Antonio Fuentes (1905-1995) quien nació y vivió y murió en Tánger convirtiéndose en cronista de su diversidad y de su colorido.
Su sobrino y comisario de la muestra, Alfonso Fuentes– fuertemente vinculado también a la ciudad que pintó Antonio Fuentes-, nos habla de la obra y la figura de su tío Antonio, “un personaje libre” que trasladó a sus lienzos este Tánger que “fue un sueño, un privilegio” reflejando el flujo de esta ciudad, patria espiritual para muchos.
Madrid, París, Roma, fueron estaciones de paso de un artista bohemio y poderoso cuya obra está estrechamente ligada a Tánger. Tal y como apunta Alfonso Fuentes, comisario de la Exposición, “Al volver Antonio a Tánger, básicamente a encerrarse en su estudio de la Medina, su mundo cultural sigue siendo mayoritariamente judío. Su inspiración fue un Tánger que con su integración y respeto influyó en la obra de Fuentes, especialmente en sus Catedrales, donde plasma el convivir pacífico de todas las religiones que coexisten en la ciudad. Y en su corazón guardó las amistades con tantos sefardíes que cultivó hasta el último de sus días.”
La exposición cuenta con obras representativas de cada una de las series características de Antonio Fuentes:
DESNUDOS
Fuentes dibuja desnudos al natural toda su vida, ” para mantener viva la mano de pintor “.
Con un suave pincel, consigue unos resultados rotundos, sólidos y llenos de fuerza. Rodea la figura con auras e incorpora referentes de la ciudad.
ESCENAS TANGERINAS
A su vuelta de París a mediados de los años ’40 del pasado siglo, Fuentes retrata la ciudad con su paleta expresionista, pero con un expresionismo alegre y lleno de color y movimiento, tal como percibe la ciudad que contempla.
CATEDRALES
En los años ’70, en su búsqueda espiritual, Fuentes realiza ” Las Catedrales ” que presentará en la Nationale des Beaux Arts de Rabat.
En ellas, en estructuras cuasi-góticas, reúne la simbología de las tres religiones que conviven pacíficamente en la ciudad, creando un único espacio espiritual.
ABSTRACCIONES Y FROTTAGES
Al final de su vida, en los años 80 y 90, Fuentes da un paso más en su búsqueda espiritual para integrarse en el cosmos, de una forma convulsa inicialmente (abstracciones) y pacífica finalmente (frottages).
Todo es uno, desde lo más pequeño, microscópico, hasta el cosmos universal.
Tánger, Antonio Fuentes, y sus amigos sefardíes se exhibe en Centro Sefarad hasta el próximo 20 de agosto junto al documental Plaza de los Aissauas. El interior de Antonio Fuentes de José Ramón da Cruz.