UN NOMBRE, UNA HISTORIA DE LA SHOÁ DESDE YAD VASHEM – Tomando como fuente la documentación con la que cuenta el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem en Un nombre, una historia de la Shoá desde Yad Vashem rendimos homenaje a los Justos, Heróes y Víctimas del Holocausto. En esta entrega conocemos la historia de la Justa entre las Naciones griega Eleni Hala, una historia de valentía y apoyo a los judíos en los tiempos más oscuros.
Edición y locución Concha Gómez, Carlos Álvarez Vara
Eleni Hala vivía en Kifissia, un suburbio de Atenas con tres de sus hijos: las hijas adultas, Katina y Zitsa, y el hijo adolescente, Spyros. Su marido estaba en los Estados Unidos en aquel momento. En la primavera de 1944, aceptó acoger a un adolescente judío, Salomón-Raymond Angel, de 14 años, en su casa, a peticion de su hermano, en cuya casa se escondía el padre del niño. La familia Angel había llegado a Atenas desde Salónica en noviembre de 1940, durante la guerra greco-italiana. En septiembre de 1943, tras la rendición italiana a los aliados y la ocupación alemana de Atenas, la familia Angel decidió buscar un lugar para esconderse. Al principio, Salomón Angel se fue a vivir con Konstantinos y Katerina Kefalas*, donde permaneció hasta marzo de 1944, cuando su madre y su hermano, que estaban escondidos en otros lugares, fueron traicionados y deportados a Auschwitz. Su hermano murió allí y su madre sobrevivió.
Salomón Angel fue trasladado a otro lugar por poco tiempo y luego enviado a la casa de Eleni Hala, donde permaneció durante tres meses. Salomón fue presentado como el sobrino de Eleni de la isla Ítaca, donde tenía parientes. En julio de 1944, Salomón y su padre intentaron escapar de Grecia, pero fracasaron. Salomón regresó a la casa de Eleni Hala hasta que la familia Kefalas* llegó a Kifissia de vacaciones de verano y se lo llevaron con ellos para permanecer juntos hasta la liberación en octubre de 1944.
Durante la Guerra Civil griega entre nacionalistas y comunistas, los Angel tuvieron la oportunidad de mostrar su gratitud a Eleni Hala. Rescataron a su hijo, Spyros, que era buscado por los comunistas.
El 25 de agosto de 1988, Yad Vashem reconoció a Eleni Hala como Justa de las Naciones.