DESDE ISRAEL – Siguen los ataques, solitarios, inconexos, primitivos e incomprensibles, aún cuando gozan del apoyo de dos tercios de la población palestina, la misma proporción que no apoyan la gestión de su presidente. También el presidente israelí tiene críticos, especialmente desde la extrema derecha, mientras que el presidente turco quiere lavar su imagen de afin a Daesh (y sus negocios negros con el petróleo) acercándose a Israel, justo cuando más cerca está éste de Grecia y Chipre. Menos mal que todo será más sencillo cuando la TV israelí empiece a emitir espacios dedicados a la identidad judía controlados por el partido ultra-ortodoxo Shas, que intentará crear series de ficción y otros géneros más afines con su visión de la identidad: quizás un rab Indiana Jones, una Guerra de Jajamim o las peripecias de un apartamento de jóvenes estudiantes de yeshivá