CARTAS DE BABEL – Elías Canetti, pensador, lector y escritor inclasificable (inabarcable e inacabable), erudito en antropología, ensayista, dramaturgo, Premio Nobel de Literatura 1981, y uno de los pocos autores de aforismos del siglo XX, nació en 1905 en Rustshuk, Bulgaria y murió (mientras dormía) en 1994, a la edad de 89 años, en Zúrich, Suiza.
Nacido de familia judeosefardí, de comerciantes acomodados, tuvo como primera lengua el español antiguo o judeoespañol. Como segunda, el búlgaro, tercera, el inglés, y cuarta el alemán (elegida ésta como lengua literaria), a propósito de la cual, diría: “nos matarán…pero nuestros libros estarán en sus bibliotecas “. Afirmó que le gustaría ser recordado como “un viejo español”.
“La lengua salvada” de Elías Canetti es el primer tomo que forma parte de su extraordinaria autobiografía, completada por otros dos libros: “La antorcha en el oído “y “El juego de ojos “, todos ellos de fácil y amena lectura. La palabra, el escuchar voces, la muerte, el dialogo…. son temas constantes en su literatura, “Yo he podido olvidar los golpes, diría, pero no las palabras”.
Como descendiente de judíos sefardíes, la verdadera llave de la casa de España (que otros guardaron) para él era el Idioma. “Si lo conservamos…volveremos “, decía. Los cuadernos de notas de Canetti, sus borradores, las cartas, escritos autobiográficos, opera, novelas, dramas y poemas, se conservan como “Asuntos personales” en un bunker de Zúrich, en un total de 104 cajas, que solo se podrán abrir en el año 2024, según consta en su testamento. Legó una biblioteca de 15.000 títulos.
Elías Canetti, niño taciturno y huérfano de padre desde los 7 años, arrancado una y otra vez de su hogar, de sus lenguas sucesivas y en conflicto con su madre, da cuerpo al argumento secreto de “La lengua salvada “, escrito a los 65 años y 10 años después de finalizar lo que el llamaría “la obra de su vida”: “Masa y Poder “, en la que había invertido 30 años de trabajo. La mayor parte de su obra no ha sido publicada. Cursó estudios de Química en la Universidad de Viena, logrando el Doctorado. Convivió con Freud, Karl Klaus, Otto Wagner, Bertholt Brecht, Alban Berg y Alma Mahler, entre muchos otros.
La lengua salvada, que no absuelta- pues en el siglo XX alguien se salvó, pero nadie salió absuelto- nació como una ofrenda para su hermano (médico de profesión) que moría en un hospital de Paris, con intención de regalarle la infancia que no tuvo, contándole la suya propia. La autobiografía de Canetti está vertebrada por la figura de su madre (vehemente y aniquiladora), quien constituye el armazón de la personalidad de Elías. También influyó para escribir esta obra, su lectura de las memorias de Tolstoi.
El escritor rememora sus años de infancia (primer tomo), juventud (segundo tomo), hasta su huida del nazismo y de Viena en 1938, tras la noche de los cristales rotos (tercer tomo). Canetti diría: “la vida es contagiosa, y el recuerdo no lo es menos. Siento un deseo enorme de escribir mi vida”.
Texto y locución: Concha Gómez y Carlos Álvarez Vara